CamiloxLectora - Family Conflict

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Hoy es el día, hoy era la ceremonia de Don de Camilo. El niño estaba completamente asustado, a pesar de que la conversación con Tn lo calmo un poco este aún estaba muy nervioso, Dolores no dijo nada cuando volvió anoche y sus padres lo veían extraño al ver al niño tan feliz, porque se había ido tan nervioso y volvía con una gran sonrisa en su rostro. Mintió diciendo que era porque al día siguiente iba a recibir su don, lo cual era un poco verdad, pero estaba emocionado porque su amiga iba a asistir.

Mientras tanto Tn aún no tenía una excusa por la cual se escaparía a la noche, seguía dando vueltas en su habitación pensando algo para escaparse, mira por la ventana para ver el pueblo, pronto seria de noche y empezaría la Ceremonia. Escucho a su madre llamarla para la Cena, dudosa fue corriendo hacia su familia para cenar. Sentándose en la mesa su Tía Ellie empezó a hablar.

— Entonces hoy es la ceremonia del Renacuajo Madrigal no? —Dice con malicia mirando a su Madre, la cual asiente con disgusto.

— Otra decepción para aquella familia — Dice la Abuela Sol disgustada, tomando otro trozo de su plato, Tn quería defender a Camilo, pero sabía que si lo hacía estaría en muchos problemas, así que solo se limito a asentir sin ganas.

Su padre nota que Tn está desanimada y le toca el hombro — Tn, estas bien? — Pregunta tu padre con su voz seria, pero podía notar su tono preocupado.

Sobresaltándote un poco ante el tacto y soltando una risa nerviosa — Si papa, solo que no tengo mucho apetito — Miente para poder irse a la cama antes.

Su padre no muy convencido iba a contestar antes de ser interrumpido por su mujer — Tn debe ser por todas las arepas que hiciste durante la tarde conmigo, sí que comiste muchas — Soltando una risa calmada, mi mirada se aliviada, era verdad, había estado cocinando toda la tarde con su madre, pero en verdad no había comido mucho, sino que estaba ocultando la comida, quería llevarle un regalo a Camilo, pero su madre no sabía esto.

Tu padre suelta un suspiro, pero esta vez sí estaba convencido — Esta bien, vete a la cama — Dice sin más antes de seguir comiendo.

Tn aliviada al escuchar que tuvo permiso de irse a la cama, no sin antes saludar a su familia y desearles las Buenas Noches, saliendo del comedor empezó a correr escaleras arriba, para encerrase en su cuarto, primero lo primero, tenía que poner unas almohadas en su cama para que pareciera que estaba dormida, tras hacer eso, agarra un paquete que tenía, un pañuelo que contenía unas Arepas que ella había hecho, las dejo en un lugar para que estas se mantuvieran calientes, cuando confirmo que estaban ahí volvió a cerrar el paquete.

Asomándome por la puerta, la abro un poco para decir que ya me iba la cama, a lo cual escucho un últimos Buenas Noches de parte de mi familia, pare cerrar la puerta por última vez. Ya preparada, se cambió de formas a un pájaro agarrando con sus garras el paquete, con un poco de esfuerzo salió por la ventana en dirección a la Casa Madrigal.

Tras unos minutos volando llego al tejado de la Casita, podía ver al lugar repleto de gente, miraba todo asombrada, debía admitir que los Madrigal festejaban en grande cuando se trataba de la Ceremonia de Dones.

Dejo en un lugar seguro el regalo para poder ir a buscarlo más tarde, asomándose por el borde del tejado, miraba a la gente y después su mirada se fijó en la puerta que estaba indecisa, a diferencia de su casa la cual tenía cuartos normales, tenía entendido que en la de los Madrigal obtenían cuartos mágicos, pero al ver la puerta sin diseño asumió que Camilo aun no recibió su Don, aliviada porque no había llegado tarde, podía ver como la gran mayoría de las luces se apagaron, menos uno que centraba a la Abuela Alma, la Matriarca de la familia.

Empezó su discurso sobre el Milagro y el Encanto, no mencionaba a los Cortázar, lo cual no la sorprendía, sus familias estaban peleadas por décadas, para cuando termino el discurso, se abrió un pasillo entre las escaleras apareciendo una alfombra roja, al final de esta estaba Camilo, el cual se notaba muy nervioso, jugando con sus dedos.