𝐋𝐀 𝐓𝐑𝐀𝐆𝐄𝐃𝐈𝐀 𝐍𝐎 𝐄𝐒 𝐄𝐋 𝐅𝐈𝐍𝐀𝐋.

♡̸᩠ O8.

—Creo —dijo Wei Wuxian lentamente, deliberadamente. —,que la mejor manera de hacer esto es tomarlo cronológicamente. Jin Zixuan y yo explicaremos lo que vimos hoy, y luego nuestros... invitados más jóvenes pueden decirnos qué sucedió a partir de ese momento en su línea de tiempo original. —Se volvió hacia Sizhui. —Estoy seguro de que sucedieron muchas cosas en dieciséis años, pero trata de decirnos cualquier cosa que se te ocurra que sea relevante. Si lo mantienen lo más cronológico posible, será más fácil de seguir. Intentaremos mantener la mente abierta. ¿No es así, Jiang Cheng?

Jiang-zongzhu puso los ojos en blanco. —Cállate. Cuéntanos qué pasó esta mañana

—¿Cómo puedo decirte lo que pasó si me callo? —replicó Wei Wuxian, y Sizhui pensó que podía ver un destello de picardía en los ojos del hombre. Jiang Yanli sonrió levemente.

—A-Xian, A-Cheng, es suficiente. —dijo. —A-Xian, ¿qué pasó?

El brillo en el ojo de Wei Wuxian murió, y se movió, contando con un suspiro el intento que Jin Zixun había hecho de matarlo cuando llegó al camino Qiongqi. Jin Zixuan asintió con la cabeza cuando Wei Wuxian describió su llegada y la discusión que siguió, y la llegada de Sizhui y los demás. Cuando Wei Wuxian terminó, Jin Zixuan agregó que llegó gracias a la confesión 'accidental' de Jin Guangyao de que algo andaba mal.

Luego, se volvieron hacia Sizhui.

—Parecías creer que lo que sucedió hoy fue algo más que la decisión precipitada de Zixun, Lan-gongzi. —dijo Jin Zixuan. —¿Y hablaste de un cultivador demoníaco, en la otra colina?

—Mn. —Sizhui respiró hondo. —Jin-zongzhu acordó invitar a Wei-qianbei a la celebración de un mes de Jin Ling porque le daría la oportunidad de tenderle una emboscada. Quiere el amuleto del tigre estigio, pero necesitaba una excusa para atacar, cuando los otros líderes del clan eran tan reacios. Su She fue quien maldijo a Jin Zixun, no Wei-qianbei, y él fue al que colocaron en la otra colina. Al tomar el control de Wen-gongzi de Wei-qianbei, podría crear caos y un conflicto, y asegurarse de que si Wei-qianbei no era asesinado, habría razones para perseguirlo. No... no sé si Jin Guangyao quiso que mataran a Jin Zixuan, pero... En la vida que vivimos, lo hizo. Y Jin Guangshan tenía una excusa para venir a los túmulos funerarios.

Sizhui hizo una pausa. Los que escuchaban ya parecían conmocionados: Jiang Yanli estaba muy pálida, sus ojos parpadeaban entre su esposo y Wei Wuxian mientras apretaba a su bebé contra su pecho, pero luego captó la mirada de Sizhui y tragó.

—Continúa, Lan-gongzi. —murmuró, y Sizhui asintió.

Pero las palabras tardaron un momento en llegar. Las consecuencias de la muerte de Jin Zixuan fueron una historia que conocía como la palma de su mano, pero nunca había sido una historia que a Sizhui le gustara contar. Estaba tan lleno de muertes, y siempre hacía que Hanguang Jun estuviera tan triste y Zewu Jun tan intranquilo, y ahora era aún peor. Una vez, había sido parte de la historia de la que su padre y su tío fueron parte, pero ahora era una profecía: el recuerdo de un futuro donde vio a Wei Wuxian caer del acantilado de Ciudad Sin Noche, que vio a los refugiados en los túmulos funerarios - la familia de Sizhui - masacrados. Un futuro donde vio la muerte de casi la mitad de las personas en esta sala.

Ahora, nunca sucedera pero nunca se había sentido tan real para Sizhui.

Aun así, era una historia que tenía que ser contada, y en realidad no había nadie más para hacerlo. Sizhui no estaba seguro de cuánto sabía Zizhen, y Jin Ling se había puesto muy blanco y muy quieto. Jingyi lo sabía tan bien como él, pero Jingyi tenía la costumbre de desviarse por la tangente cuando contaba historias, y aunque a Sizhui por lo general le encantaba escuchar las enredadas telarañas de las historias de sus amigos, ahora no era el momento.