Amor de contrato #1

Capítulo seis: Un beso bajo la lluvia de abril.

Entre al estadio mientras la gente se amontonaba y gritaba sin descanso en la entrada, esperando a los jugadores del FC Barcelona y algún que otro esperando a los jugadores del Frankfurt. Me bajé del coche, dejando las flores en el coche, pero la tarjeta la apuñé en mi mano y un guardaespaldas me protegió de la gente que se acercaba a mí con una locura escandalosa. ¡Me estaba agobiando!

Entré al Camp Nou y una chica me guió hasta la salida de los jugadores al campo y me senté en las escaleras, me puse una canción de Olivia Rodrigo y me perdí en mis pensamientos, sintiendo como la canción me transportaba a otro lugar y podría escapar de alguna manera de la realidad tan nefasta que estaba viviendo.

Apoyé mi cabeza en la pared y miré a un punto fijo, cuando alguien se sentó detrás de mí y sus manos se posaron en mi abdomen segundos después de arrebatarme un auricular.

—Gracias —me susurró al oído e intenté zafarme de su agarre, pero fue inútil.

—Suéltame, por favor —le supliqué.

—Tenemos un contrato firmado, rubita —me recordó y maldice.

Dos días después de aceptar, su abogado me había mandado el contrato y lo leí de arriba a abajo y, efectivamente, lo firme. Todo acabaría el 4 de julio.

Cerré los ojos y sus labios se estamparon en mi mejilla, provocando que abriera los ojos, pero que sonriera muy débilmente a la misma vez.

—Gavi —lo llamó el entrenador —, al vestuario.

—Voy —le contestó Gavi, haciendo que su aliento chocara con el mío, erizándome la piel —. Te veo después del partido.

—Oye —lo llamé poniendo mi mano en su antebrazo para que no se levantara —, ¿te gusta molestarme?

—Como no tienes ni idea, rubia, con ojos color café —me dijo y se levantó, picándome el ojo.

Sonreí y me senté en las gradas, detrás de una de las porterías.

Guzmán
¿Qué se siente estar volviendo a sentir?

Gala
No digas tonterías, Guzmán. Yo no estoy sintiendo nada por nadie.

Guzmán
Ten cuidado, porque cuando menos te lo esperes, puedes enamorarte.

Gala
El amor no está hecho para mí.

Guzmán
Deberías de experimentar y volver a creer, Gala. Amar es necesario para vivir.

Gala
No.

—¿Estás cómoda? —me preguntó Gavi y apagué la pantalla del móvil.

—Sí —le dije sin pensar.

—¿Siempre eres así? —me preguntó.

—¿Y tú siempre juegas con los cordones sin atar?

—Siempre. Pero oye, contesta a mi pregunta.

—¿Así cómo? —le pregunté.

—Apagada. Nunca he oído el sonido de tu risa.

—¿Para qué quieres oírla?

—Me hace ilusión.

—Deberías de tener tu mente centrada en el partido —le recordé que le quedaba poco para empezar a jugar.

—Deberías responder mi pregunta —contraatacó.

—¿Y eso cómo por qué?

—Porque me interesa. Me interesa saber todo lo que venga de ti, porque eres un libro cerrado y deseo con todas mis fuerzas poder abrirlo y leerlo con detenimiento.