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los recuerdos vagos solamente llenaban de nostalgia a su cálido corazón, doyoung observaba el álbum de fotos que tenía en sus manos y aquello era suficiente para transportarlo al verano del 2006. que fue cuando conoció a uno de sus mejores amigos. los sentimientos que experimenta son suficientes para hacerlo querer llorar, había sido grosero antes y ahora se arrepentía.

realmente estaba impresionado de lo determinado que estaba jungwoo en agradarle, eran tan solo niños.

su infancia había sido común y corriente, nada peculiar más que su gran dificultad de hacer amigos, tenía diez años y solamente había conseguido a uno, su vecino jung yoonoh o como todos sus conocidos le decían de cariño, jaehyun. se habían vuelto más cercanos porque sus madres asistían al club de lectura que organizaban todas las tardes en casa de la madre de doyoung. finalmente se habían acercado y ahora se creían inseparables. él era un niño bastante calmado y poco paciente, por eso se enfadaba cada que jugaba canicas con jaehyun, siempre le ganaba aunque al final del día el menor optaba por devolverle sus canicas, sabía lo enfadoso que llegaba a ponerse.

sabía que esa tarde el club de lectura de su madre tendría una nueva integrante, pues no hacía muchos días una familia se había mudado frente a su casa y su madre fue cortés en invitarla. —para relacionarse más con sus vecinas— así que aquella tarde su madre recibió a la señora jiwon y su precioso hijo jungwoo, quién en un principio quiso ir adentro con su madre pero ella lo convenció de quedarse afuera con el par de niños.

así que se sentó a unos cuantos metros de ellos, observandolos con atención pero los otros dos niños no se habían percatado de su presencia. él quería volver a casa pero sabía que su padre había dicho que comenzaría a desempacar y no quería ayudarlo, su madre lo había dejado ahí afuera y el ver como el niño con hoyuelos le ganaba al que fruncía el ceño con enfado no era lo más divertido.

—¡eres realmente malo en este juego!— se quejo después de varios minutos, llamando la atención de jaehyun.

doyoung aprovechó aquella distracción y tuvo la oportunidad exacta para lanzar su canica y ganarle finalmente una a su amigo.

—hey eso no vale, hiciste trampa.— se queja con molestia. —y tú, ¿cómo te llamas? vi que te mudaste recién, ¿vienes de narnia?— el chico solamente se deja caer en el césped mas cerca de ellos  y sonríe mostrando sus dientes.

—Me llamo jungwoo y sí, me mudé recién desde muy, muy lejos...— les cuenta pero doyoung realmente no está interesado en saber, odia a los entrometidos aparte, ¡nadie lo había invitado a jugar!

—yo soy jaehyun, un gusto jungwoo, ¿qué edad tienes? luces pequeñito—

—¡tengo ocho años! papá dice que creceré muchísimo más, así que no me digas pequeño— se cruza de brazos y jaehyun piensa que luce bastante gracioso. —¿y tú como te llamas? me gusta mucho jugar a las canicas, si buscó entre las cajas de mudanza podré encontrar las mías y podemos jugar los tres.— propone, jaehyun asiente con la cabeza pero doyoung solo está indiferente, con una mueca en los labios y los brazos cruzados.

—nadie te invitó a jugar jungwoo— cortó y bastante grosero, admite. pero solo era un niño de diez años queriendo conservar a su único amigo y siendo un celoso.

—andaaa, por favor déjame jugar con ustedes... mamá me dijo que hiciera amigos y eso intentó— pide el niño con ojitos de cachorrito, así que después de hablar "a solas con jaehyun" y entre paréntesis porque solo cuchichearon en voz baja, decidieron que jungwoo podía jugar solo una vez con ellos.

—Está bien ve por tus canicas, te esperamos jungwoo— el rostro del niño se iluminó e inmediatamente se puso de pie. —¡Muchas gracias jaehyun y muchas... ¿cuál es tu nombre?— cuestiona nuevamente.

—doyoung— roda los ojitos y aquello solo pone más feliz a jungwoo.

—Muchas gracias doyoung— responde antes de correr a casa a buscar sus canicas.

aquella tarde había acabado en risas y para la sorpresa de ambos amigos, jungwoo había perdido todas sus canicas contra doyoung, aunque realmente había sido a propósito solo para que lo invitarán a jugar la próxima vez.

y la repentina fotografía que les sacó la madre de jaehyun había encapsulado aquel recuerdo. el cual ahora doyoung revivía, mirándolo con suma nostalgia y felicidad.

no era bueno haciendo amigos pero los únicos dos que había hecho eran los mejores del universo.

another love - jaewoo/dowooWhere stories live. Discover now