El peluche

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Mi hermana y yo realizamos una visita a nuestros parientes en Elbete (Baztan). Nuestros tíos siempre han vivido en este pueblo rustico y verde donde nuestros padres nos llevaban cada verano.

Siempre nos gustaba adentrarnos en el bosque cercano para jugar y simular ser exploradores.Poco nos imaginábamos del secreto que guardaba el viejo caserón abandonado que se encontraba en un claro del bosque, de pequeños siempre temíamos ese lugar pensando en que lo habitaba una bruja. Ahora de mayores, nos quisimos aventurar a ver el interior de ese sitio que tanto temíamos de niños.

Su interior se encontraba completamente polvoriento, con vigas de madera podrida, telarañas y rastros de que algún animal había accedido. La típica casa abandonada.

Por lo menos eso era lo que pensábamos hasta llegar a lo que parecía ser el dormitorio principal. Todo el interior se encontraba derruido y lleno de polvo, pero este muñeco se encontraba sentado sobre una cama mugrienta sin rastro de polvo sobre él y justo debajo suyo lo que parecía un libro.

Llevados por la curiosidad, apartamos aquel siniestro peluche y abrimos el libro. Este en verdad era un diario de la persona que habitaba en aquella casa hace tiempo.

En el diario el dueño explicaba sus vivencias diarias junto a su familia. Reconocimos el apellido rápidamente, pues una de las vecinas de nuestra tía se apellidaba igual. Solo parecía un diario normal y corriente, por lo menos hasta que llegamos a una entrada en la que indicaba que había encontrado un extraño muñeco colgado en uno de los arboles del bosque. Su apariencia era tan extraña que resultaba gracioso. Se lo llevó a su casa para enseñarlo al resto de la familia.

Durante los siguientes días solo hacia referencia a que su mujer siempre dejaba el peluche encima de la cama y que empezaba a ser molesto.

Tras varios días más, contaba que su mujer se encontraba asustada del escritor del diario, según decía su mal humor iba ne aumento y que pusiese el extraño peluche en la cama cada día la tenia asustada. Esto nos extrañó, hace un par de paginas habíamos leído que era ella quien ponía el peluche en la cama.

Al día siguiente la mujer lo abandonó para volver a casa de su madre. Esto causó un ataque de ira de nuestro escritor haciendo que empezase a arrojar y romper diferentes objetos de la casa. entre ellos, el extraño peluche que fue arrojado al fuego de la chimenea. Para tranquilizarse decidió prepararse algo de comer y tomar un buen vaso de vino, pero el estado de nervios en que se encontraba hizo que sus pies se tropezasen y terminase apoyando la mano en la sartén.

Apresuradamente se fue a poner la mano en agua y vendarse, le quedó una terrible quemadura, toda la palma de la mano había quedado envuelta en una especie de costra purulenta.

Los pelos se nos pusieron de punta al dar la vuelta a la hoja y leer que al irse a dormir, el siniestro peluche había regresado a su posición en la cama pero este ahora tenia la pata derecha estropeada por el fuego y con alguna especie de costra.

Como era normal el hombre se asustó también ante esto, por lo que al día siguiente se deshizo del muñeco metiendolo en la bolsa de basura y asegurándose que el basurero se lo llevase bien lejos. Aquel día, se sintió algo más calmado y no dudó en ir a dormir temprano para relajarse de los nervios vividos eso últimos días.

Al despertar, algo raro había pasado. No podía abrir los ojos, el intentar separar sus parpados le dolía. Se tocó la cara intentando abrir sus ojos a la fuerza, pero algo extraño los cubría, empezó a rascar sin cesar lo que parecía algún tipo de costra, notaba como pedazos de esa cosa se desprendían y como poco a poco lograba abrir lentamente los ojos. Se dirigió al baño donde pudo observar como sus ojos parecían estar cubiertos de legañas, pero en una cantidad excesivamente grande. ?Podría haber cogido algún tipo de infección? Se lavó la cara todo lo que pudo pero no lograba desprenderse del todo de aquella cosa, por lo menos lograba ver bien. Se dirigiría al medico más tarde...

Por lo menos esa era la intención hasta que regresó al dormitorio y volvió a encontrar el peluche sentado encima de la cama. Con una rara costra en una de sus patas y ahora con los ojos increíblemente sucios con una especie de costra a su alrededor.

La escritura en el diario a cada día que pasaba se volvía más y más caótica, nos costaba entender lo que escribía en varios puntos. La ultima hoja escrita describía como estaba ya harto de aquel siniestro peluche y de que siempre regresase, si deshacerse de el no servia, lo destruiría. Tomó el hacha para partir leña y quiso partirlo en dos...

Después de eso no había nada más escrito. Nos quedamos mirando el peluche, este parecía tener una enorme cicatriz que recorría la mitad del torso y de la que no se hacia mención en ninguna parte del diario.

A mi hermana y a mi se nos pusieron los pelos de punta ante lo que estaba escrito en el diario que habíamos leído, con una extraña sensación de miedo y fascinación dejé el peluche de nuevo sobre la cama, pero metí el diario en la mochila para entregárselo a la vecina de nuestros tíos, si la casa había sido de su familia suponíamos que le gustaría tenerlo.

Al regresar, llamamos a la puesta de la vecina, la cual escéptica al no reconocernos como alguien del pueblo solo abrió un poco la puerta asomando su aguileña nariz. Mientras le explicábamos nuestra visita a la casa del bosque, su ceño se fruncía y su expresión se volvía una de desagrado. Entonces abrí la mochila para entregarle el diario, mi mano se detuvo en seco al ver que dentro de la mochila no solo estaba el diario... Por algún motivo aquel siniestro peluche también se encontraba allí. No podía cerrar mi boca ante la sorpresa y mi hermana solo podía ver como a la anciana vecina y a mi se nos ponía el rostro blanquecino ante aquella inesperada sorpresa. La anciana ne un rápido movimiento me arrebató el diario y se apresuró en cerrar la puerta. Por mucho que aporreamos la puerta y le pedíamos que abriese, la vecina no volvió a abrir, al contrario, escuchamos el inconfundible sonido del pestillo cerrándose y como después bajaba todas las persianas de la casa.

De eso ya han pasado dos días y no sabemos que hacer con este extraño peluche el cual parece que ahora le ha cogido cariño a mi cama... ¿Alguno quiere quedárselo?

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⏰ Last updated: Apr 29, 2022 ⏰

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