Lucas Friar y tu

Sinopsis

Hanna Jones junto a sus dos mejores amigas Maya Hart y Riley Matthews se enfrentarán a los desafíos y secretos que pondrán a prueba su amistad, junto con sus mejores amigos Farkle Minkus y Lucas Friar.

Hanna es una chica muy extrovertida, también "fría" con personas que no conoce. Le cuesta confiar en la gente y es insegura aunque no lo demuestre, debido al pasado del que ella lucha por olvidar. Es muy graciosa, divertida, alguien con quien sin duda podrías pasártelo super bien, es imponente, si ella quiere algo lo consigue. Cuando se trata de sus amigos o familia, nadie la para, más si es para defenderlos. Es capaz de llevarse el mundo por delante con tal de tener a sus mejores amigos.

Ella vive sola con su mamá, Caroline, ya que su padre las abandonó cuando tenía 6 años. Antes de que su padre las abandonara era una chica un poco tímida, super cariñosa y muy simpática.

Cuando Hanna era más chica, en el colegio se burlaban de ella por usar rodetes (sí, aunque parezca una tontería a ella le afectaba mucho), y ser una niña muy tonta e ingenua, lo que provocaba que volviese a su casa llorando.
Cuando el papá la veía le decía "No llores, tienes que ser fuerte porque así no vas a ser nadie, no seas débil nunca muestres tus debilidades". Con tan solo 4 años él le decía eso, pero aunque no parezca ella lo quería muchísimo, y en el fondo sabía que su padre tenía razón en cuanto la dureza, "mejor ser fuerte, que débil" .

En su casa siempre había peleas, ella siempre escuchaba como su padres se peleaban una y otra vez; su padre era duro con ella, más de lo que le gustaría, nunca fue de mostrar mucho afecto hacia ellas, pero de alguna forma ellas lo querían.

El día que su padre las abandonó su madre y él habían tenido una pelea muy fuerte.
Hanna se estaba apunto de escapar por su ventana, como era de costumbre cuando sus padres peleaban, cuando en ese momento escucha un golpe de una puerta seguido de un insulto. Salió de su habitación para ver que había pasado, y cuando pasó por la puerta de sus padres, su madre tenía una mano en su mejilla -"Casi... "- no pudo terminar por el estado de shock. Después de eso Hanna fue abrazar a su madre, y se quedaron dormidas con el pasar de las horas. Hanna no sabía que había pasado, pero ya le preguntaría tiempo después.
Los días pasaron y su padre no aparecía, Hanna no se animaba a preguntar que había pasado, entiendan que era chica y tenía tan solo 6 años. Hasta que un día se decidió a preguntarle y su madre le explico.

- Ese día habíamos tenido una discusión más fuerte de lo normal, y hubo un momento en el que el levantó la mano en un amago de pegarme, pero no llego hacer nada- le cuenta Caroline despacio- Seguido de esto el se fue pegando un portazo, y bueno hasta ahora no sabemos donde está- termina de contar con lagrimas.
Con el paso de los años Hanna se había preguntando múltiples veces porque peleaban tan seguido, pero no se animó a preguntarle o siendo sincera no quería hacerlo, sino hasta que varios años después le pregunto y su madre le contó. Lo que le dijo no fue del todo verdad, digamos que se salteó varias partes, pero Hanna nunca lo supo, por ahora...

Después de ese día aunque su madre no lo quisiera admitir y Hanna con solo 6 años, sabía que su padre no iba a volver, y no era algo fácil de aceptar. Esto hizo que Hanna se cerrase sin dejar que nadie entre, hasta que conoció a Riley y Maya, ellas la salvaron. Aunque aún así habiéndola "salvado" a ella le iba a quedar marcado lo que pasó toda su vida. Todo lo que le había dicho el padre se lo tomó literal y lo hizo tal cual prometiéndose a ella misma que lo iba a mantener siempre. El le decía que tenia que ser fuerte y lo era. Le decía que no se dejara pisotear y molestar, y así empezó a tener problemas de conducta y mal carácter por no controlarse, le decía que no llorara y que se defendiera, y así a los que la molestaban les decía de todo, pero a la vez nada.
Ella con decirte tres palabras podía hacerte llorar y que te doliera más de lo que podías imaginar de unas simples palabras, por eso todos sabían que no tenías que hacerla enojar, porque sabías cómo ibas a terminar y no es nada bueno.