Simplemente los Extraño

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P.O.V _____

Es demasiado aburrido estar 16 horas sentada en un avión, pero supongo que vale la pena, cuando pensé que no soportaría más estar sentada, la voz de una azafata anuncio mi salvación.

-Buenas tardes, se les agradece que abrochen sus cinturones y apaguen sus aparatos electrónicos, estamos a punto de aterrizar-

...

Ya estaba fuera del aeropuerto a punto de tomar un taxi, cuando un auto negro se estaciona frente a mí, un auto negro del cual baja Kenta-san, el mayordomo de mi familia, un hombre de 56 años, cabello canoso, ojos negros y de alta estatura.

-Bienvenida señorita, ¿cómo estuvo su viaje?- dijo haciendo una reverencia

-Aburrido, gracias por preguntar-dije haciendo una leve reverencia- y ya te eh dicho que me llames por mi nombre, no necesitas ser tan formal-le dedique una sonrisa-¿por qué viniste a recogerme?-

-Sus padres me lo ordenaron- suspire, odio que siempre me estén custodiando.-

-De acuerdo, vamos-

Entre en los asientos traseros del auto, en el camino me dispuse a mirar por la ventanilla las flores de cerezo cayendo lo cual me trajo recuerdos.

*FLASHBACK*

Ya estaba anocheciendo, me encontraba de camino a mi casa junto con Seijuro, (decidimos irnos caminando) nos sumergíamos en un silencio agradable, somos amigos de la infancia; estaba muy distraída observando cómo caían los pétalos de cerezo, hasta que Seijuro hablo.

-____, tengo algo que decirte-Seijuro se había volteado para mirarme a la cara, note que estaba un poco ruborizado, hice un pequeño movimiento de cabeza indicándole que lo escuchaba- es algo que siento desde hace mucho tiempo. Te amo, eres hermosa, no cómo las chicas de las revistas -Se acerco lentamente, tomando mi rostro entre sus manos- Eres hermosa por la forma en que piensas. Hermosa por la chispa en tus ojos cuando hablas de algo que amas. La forma en la cual escondes tu dolor para que los demás no se preocupen. No eres hermosa por algo tan temporal cómo la apariencia, eres hermosa por tu alma.

Mis ojos estaban abiertos a más no poder, no sabía si era uno de esos sueños locos que tenia a veces, pero la felicidad me invadió, inconscientemente en mi rostro se empezó a formar una sonrisa de oreja a oreja; me acerque a él mis manos rodearon su cuello y termine con la distancia que nos separaba en un tierno beso el cual correspondió, bajando sus manos a mi cintura.

-También te amo, Seijuro.-

Desde ese día fui la novia del invencible, Akashi Seijuro. No me interesaba para nada ese título, simplemente me gustaba el Seijuro que nadie veía, y era feliz al ser yo la única que sabe cómo es en realidad. Lo que no sabía... era que estaba completamente equivocada.

*FIN DEL FLASHBACK*

Sacudí mi cabeza para intentar sacar ese recuerdo de mi mente, pero simplemente es difícil olvidar. Unos minutos después llegamos a la mansión, Kenta-san me ayudo a bajar mi equipaje, entramos en la mansión y fui recibida por el caluroso abrazo de la señora Naomi, mi nana; una señora de baja estatura (1,56); regordeta; con cabellos negros siendo invadido por las canas; tez un poco bronceada y ojos negros.

- Estoy de vuelta, ¿Cómo has estado nana?- dije, correspondiendo el abrazo, la extrañaba mucho.

-Este lugar ha sido muy aburrido sin tus amigos y tú. Gritando y jugando de un lado para otro- aquellas palabras me trajeron mucha nostalgia.

-Te prometo que pronto volveremos a dejar esta casa patas arriba- le conteste apartándola de mi y sonriéndole traviesamente, provocando que mi nana riera.

-Bueno, es hora de que descanses, debes estar exhausta.- empezó a empujarme hacia las escaleras que llevan al segundo piso.- Nana, no es para tanto, quiero jugar un poco de baloncesto- dije haciendo puchero

-Ni hablar, no quiero que mañana despiertes con bolsas bajo los ojos- ante su respuesta, rodee los ojos.

-Sabes que no me importaría mucho- dije con indiferencia, volteándola a ver.

-Mañana entraras al colegio, quiero que estés hermosa igual que siempre- dijo con una sonrisa materna, acunando mi rostro entre sus manos- anda, descansa un poco y si te da hambre no dudes en pedirme lo que quieras- beso mi frente.

Me dispuse a hacerle caso, subí las escaleras hasta mi habitación, al parecer Kenta-san se adelanto, ya que mis maletas estaban en una esquina de la habitación; empecé a desempacar y guardar todo, me puse la pijama que consistía en un pantaloncillo corto negro y un top de tirantes gruesos negro. Pensé que estaría cansada, sin embargo todavía me sentía con energías, me puse una sudadera blanca y salí de mi habitación en silencio para que la señora Naomi no se diera cuenta; me dirigí a la parte trasera de la casa donde había una cancha de baloncesto. Tenía el balón en mis manos ¿Cuánto habrán cambiado? ¿Cómo estarán todos? ¿Me habrán extrañado?; eran preguntas que rodaban por mi cabeza constantemente.

Cerré mis ojos recordando las veces que jugué con ellos, los emocionantes partidos en los que Dai-chan y Tetsu jugaban como uno solo, los triples de Shin-chan, las impresionantes copias de Ryo-chan, los bloqueos de Atsu-chi, a Akashi, pero de un momento a otro llegaron recuerdos de cuando nos empezamos a desmoronar.

-_____...- esa era la voz de mi nana a mis espaldas- ¿Por qué lloras?

Me sorprendí al escucharla, no me había percatado de las lágrimas corriendo por mis mejillas. Rápidamente las seque.

-No es nada, Omi-chan- camine para guardar el balón- simplemente me entro algo en los ojos- sonreí volteando a verla, no pareció creerme mucho.

-Cariño, sabes que puedes decirme lo que sea- dijo acariciando mi mejilla izquierda y sonriéndome de forma maternal.

-Sí, no te preocupes- tome sus manos entre las mías- te quiero mucho nana. Voy a dormir- le besé en la coronilla.

Ella simplemente asintió, me encamine hacia mi habitación, pero en el pasillo divise varias imágenes de cuando estaba en secundaria junto con el equipo de baloncesto, incluso cuando era una niña, pero una me llamo la atención, me acerque hasta ella y la tome entre mis manos, en la fotografía se podía observar la primera vez que jugué baloncesto con Akashi.

¿Cómo no me di cuenta de lo que guardaba?

Presione un poco el marco de la foto, la deje en su lugar, empece a encaminarme hacia mi habitación, en el momento en que me desplome contra la cama, caí en un profundo sueño.

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HOLA!!

En la foto tenemos a nuestra querida Rayita

Se les Agradece los favoritos y comentarios.

¡¡¡HASTA EL SIGUIENTE CAPITULO!!!


Don't Change Again (Akashi Seijuro X Lectora)Where stories live. Discover now