Una chica que lo perdió todo, su familia ya no está, el que supuestamente la amaba, tiene a alguien mas, decide irse lejos de todo y llega a Italia.
Tres reyes acostumbrados a tener todo lo que desean, perdieron a sus esposas en una batalla, esperan...
En verdad que me causa mucha ternura, es extraño que sienta mucho cariño por ella y su hermano, pero lo hago.
La charla con Jane y Alec es agradable, me cuentan sobre el castillo, sus amigos y sus jefes; suena interesante el trabajar en ese lugar.
-Y luego cayó de cara frente a todos, se levanto tan rápido que tiro a uno de nuestros jefes y fue cuando todo se puso feo. -contó Alec.
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Estaba muerta de la risa, su manera de contar las cosas es realmente buena, sobretodo sus gestos.
El sonido de mi teléfono nos interrumpió.
-Lo siento chicos. -me disculpe al sacarlo.
La sonrisa que antes estaba en mi rostro, se borro abruptamente al leer aquel mensaje.
'Fred y Fleur murieron en la guerra'
Mi respiración se acelero al leer aquellas palabras, mi mejor amigo murió, mi Freddie ya no esta y no pude siquiera despedirme; el sonido de un nuevo mensaje me regreso a la realidad.
'Cinco dice que el apocalipsis viene, no sabemos como salvar al mundo, ¿tienes dinero que te sobre?'
Solo Klaus te hace reír cuando da malas noticias, pero aun así mi respiración se atasco, lleve mi mano hacia mi cuello.
-¿Gwen? -Jane puso su mano sobre mi brazo.
Negué con lágrimas en los ojos.
-No..pue...do....res...pi..pirar. -me costo demasiado formular las palabras.
-¡Madre!
Fue lo último que escuche y unos brazos tomandome, después solo fue oscuridad.
(...)
Escuchaba murmullos, no podía entender ni una sola palabra, pero sabia que alguien estaba preocupado.
'Demuestrales quien eres, una hija mia jamás se rendiría.'
-¿Que es lo que debemos hacer entonces?
Escuche y me levante violentamente, me sentí amenazada por un momento y mi naturaleza se activo.
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-¡Alejense de mi! -grite y amenaze con mi fuego.
Abrí los ojos y observe mi entorno, a las personas que me rodeaban, vi a Jane y a Alec.
-Tranquila madre, nadie va a lastimarte, te desmayaste y te trajimos a casa. -la pequeña rubia me miro con dolor en su mirada.
¿Acaba de llamarme Madre?
-¿Jane? -la observe y mi fuego se apago al instante en el que ella me sonrió.
-Amore.
Gire la mirada y me sorprendí al ver a esos tres hombres, sentí algo extraño en mi pecho, un click, un tirón, es difícil de explicar, solo se que por alguna extraña razón quise acercarme a abrazarlos, en el momento en el que nuestros ojos se encontraron todo lo demás dejo de importar, incluida la infidelidad que sufrí hace poco.
-¿Madre, te encuentras mejor? -Alec me miro preocupado.
¿Porque me llaman así?
-No realmente cariño, recibí dos noticias horribles. -mi voz se quebró al final.
Todos pusieron caras tristes, ¿pero que le pasa a todos por aquí? ¿Por que actúan como si me conocieran de toda la vida? ¿Cómo si me amaran?
-¿Necesitas estar sola madre? -Jane acaricio mi mano.
La mire con ternura y asentí.
-Si por favor cariño. -murmure.
Ella asintió y salio junto a todos los demás.
(...)
Todo esto es una mierda, se que mi relación con los Weasley ya estaba muy dañada, por no decir rota, pero mi Freddie siempre fue mi mejor amigo, oh dios George debe estar devastado, el perdió a su otra mitad y no creo que nadie vaya a comprender eso.
Y cinco, joder por fin apareció y llega con esas noticias; no se que realidad este mas jodida, ¿por que cuando me alejo de todo eso? ¿Será que lo sobrenatural me persigue?
-Mi amor. -escuche detrás de mi.
Gire un poco la cabeza y vi a uno de esos tres hombres, me sonrió y le devolví el gesto o al menos lo intente.
-Te traje un poco de comida y bebida. -me tendió una bandeja.
Sonreí genuinamente, sentí algo cálido en mi pecho, ¿porque me estoy sintiendo de esta manera?
-Te lo agradezco. -lo mire para que me diga su nombre.
-Caius. -sonrió de lado.
-Bueno, te lo agradezco Caius. -disfrute diciendo su nombre. -Yo soy Gwen.
