Reviso un poco las redes antes de escuchar como tocan la puerta de mi habitación, me levanto y cuando abro la puerta me llevo una grata sorpresa.

—¡Charles!

El grito de Roma hace que baje la vista a ella y una enorme sonrisa se dibuja en mi rostro, me agacho para quedar un poco a su altura y sus pequeños brazos rodean mi cuello.

—¿A que se debe esta visita?—mi mirada sube hacia Kayla.

—Dile, Roma.

La pequeña se aleja de mi y parece un poco tímida.

—Quiero que cenes con nosotras—me mira bajo sus pestañas—Quiero conocerte más, ademas los tíos Lan y Oscar aún no han llegado y tú eres mi amigo.

Me rio por lo dicho y aprieto un poco una de sus mejillas haciendo reír, detrás de ella Kayla ríe un poco.

—¿Que dices?—ella habla y llevo toda mi atención en ella.

Asiento y Roma suelta un pequeño grito de emoción, les digo que me den un momento mientras busco mi móvil y billetera.

—¿Quieren salir o prefieren comer abajo?

Nuestras miradas se dirigen hacia nuestra hija y ella observa a su madre.

—¿A fuera?—dice no muy convencida.

—Roma, cielo—me agacho—Iremos a donde tú quieras ir, si no estás cómoda saliendo podemos ir a bajo o incluso pedir servicio a la habitación.

Un pequeño sonrojo se pinta en sus mejillas y sonrió.

—¿Podemos comer en la habitación? No quiero salir—hace un puchero.

—Claro que sí, cielo.

Me trato de levantar, pero ella enrede sus brazos alrededor de mi cuello y me susurra que la lleve en brazos, río y hago lo que me pide.

Haría cualquier cosa por mi pequeña.

Caminamos hacia mi habitación que está más cerca y con la tarjeta abro la puerta, entramos y dejo a Roma en uno de los sofás que hay.

—¿Que quieren?—digo cuando estoy agarrando el teléfono que hay en la habitación.

Me dicen lo que quieren y hago el pedido, mientras esperamos Roma me cuenta cómo le va en el jardín de niños—recibe pequeñas clases virtuales—, me cuenta lo que hacen.

—Mami, baño.

—¿Quieres que vaya contigo o vas sola?

—Voy sola—se levanta de un pequeño salto.

La observamos ir hacia la puerta del baño y nos quedamos unos segundos en el silencio.

—¿Roma no va al jardín?—pregunto sin verla a los ojos.

—Por el momento no, pero cuando regresemos a Reino Unido la inscribiré. Hablé con Zak y para la carrera de Arabia Saudita no estaremos, nos regresamos a allá porque mi papá llega en esa fecha. Será él quien se encargue de Roma durante el tiempo que no esté.

Bandera a Cuadros | Charles LeclercΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα