Semana santa.... modo caribe

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Vino la azafata para ofrecernos algo de picar y de beber, vi que llevaba unos minis de champán.

M.-¿Quieres?.- le dije señalando la botellita a Vanesa

V.- Claro, rollo brunch

M.- Déjanos la botellita de champán y unos anacardos para picar por favor.

La azafata nos reconoció pero fue muy profesional y continuo con su trabajo como si nada.

M.-¿Brindamos?

V.- Por todas las veces que vamos a hacer el amor esta semana

M.- Pero... ¿Algo saldremos de la habitación no?

V.- No te prometo nada Carrillo, no te prometo nada.- dije con voz interesante

M.- Chin chin, mi amor, por todas las veces que vamos a hacer el amor en el paraíso

V.-¿Todavía no adivinas donde vamos?

M.- Hombre, a la zona de Cancún está claro pero esa zona es muy grande.

V.- Vamos a un sitio especial.... turístico pero no tan masificado

M.- Me parece perfecto

V.- Vamos a la isla de Hobox

M.- Ah, pues no conozco el sitio, no había oído hablar de él

V.- Me lo recomendó una amiga de Málaga que fue el año pasado y ya me quedé con las ganas y en cuanto supe que tenías fiesta para semana santa, miré y reservé, espero que te guste

M.- Seguro que sí cariño, ¿Unos anacardos?

V.- Claro, anacardos, champán, tu y yo, no puedo pedir más.

M.- Y el día del beso..

V.- ¡Eso! El día del beso, me olvidaba, felicidad completa, te quiero

M.- Y yo a tí.

Narra Vanesa

Seguimos descontando horas al vuelo, al final se hace un poco largo pero entre ver alguna película, algo de lectura retrasada,  algo de conversación, los horarios de las comidas, un tentempié por aquí, una siesta por allá, ya quedaba poco para llegar a Méjico.

Mónica se había quedado algo traspuesta después de comer, se había reclinado el asiento y estaba muy cómoda, a mí me costaba más dormirme en los aviones, aproveché para subir alguna foto a mis historias de instagram y para quedarme embobada mirando a Mónica, estaba enamoradísima de ella, y era un sentimiento que no iba a menos, incluso creo que iba a más. Qué suerte la mía de haberla encontrado en ese estudio de radio aquel día y de haber conectado como conectamos. Sus ojos... mi perdición, su mirada, ojo cuando me mira fijamente, ahora ya le mantengo la mirada pero al principio la bajaba llena de timidez por mi parte.

Sigo mirándola y llega la azafata para ver si necesitamos algo

Az.- ¿Necesitáis algo más?, ay perdón está tu acompañante dormida

V.- Ey tranquila, no te preocupes, no necesitamos nada gracias, nos has tratado muy bien durante el viaje, muchas gracias

Az.- Me gustaría pedirte un favor, bueno en realidad es a Mónica

V.- Bueno, dime, le puedo decir si quieres

Az.- Soy una lectora empedernida, y aprovecho los ratos libres que tenemos en los vuelos para leer y que casualidad que llevo el libro de Mónica, La vida desnuda y si no es molestia que me lo pudiera firmar

V.- Sin problemas, ¿Te llamas?

Az.- Sofía, me llamo Sofía

V.- Cuando despierte te digo Sofía

Siempre, 7 veces si.Where stories live. Discover now