CAPÍTULO XI.

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(_______)

Abrí el refrigerador para sacar la botella de jugo de naranja, tome uno de los vasos de la despensa y serví jugo en ella. Le di un largo sorbo, cuando la puerta de la habitación de JungKook se abrió. Un olor a perfume de hombre invadió la habitación. JungKook entro a la cocina, y saco el envase de la mantequilla de maní del refrigerador. Se encargo de sacar dos rebanadas de pan, le unto la mantequilla de maní para después guardar las dos rebanadas en una bolsa de almuerzo. Tomo la bolsa y la guardo en su mochila. Colgó la mochila sobre su hombro, y se encamino a la sala. La puerta principal se abrió para después cerrarse.

Así había sido la última semana, la misma rutina. A diferencia de antes, cuando las mañanas estaban llenas de risas, conversaciones, y cuando JungKook aun me llevaba a la escuela. Ahora solo decía que tenía que llegar temprano a la escuela para el entrenamiento y se iba.

Deje el vaso en el fregadero, y tome mi bolso del sofá. Ahora que JungKook no me llevaba a la escuela, tenía un largo camino para la escuela y poco tiempo.

Tomar el bus no estaba en mis preferencias, es mas odiaba tomarlo. Pero ahora era mi única opción. Este es el momento en el cual me arrepiento de no haber aprendido a montar bicicleta.

Salí del departamento y llegué a la parada de autobús. Había personas que nunca había visto en la escuela, ni siquiera sabía que estudiaban ahí. Cuando el autobús llego, me apresure en sentarme en uno de los asientos de adelante. Saque mi iPod de la maleta y me conecte los auriculares. Era una manera de desconectarse.

¿Si había intentado hablar con JungKook? Sí. Pero todas las veces que lo hacia él me daba respuestas en monosílabos. O simplemente hacia como si nunca me hubiera escuchado. ¿Cuándo dio un giro esta situación? En la casa de su familia, la que estaba enojada era yo, no él. Pero después de eso, él se volvió frío. Y no me volvió a dirigir la palabra.

'

(...)

Biología apestaba, realmente lo hacía. La única clase que compartía con JungKook.

Acostumbrábamos a sentarnos juntos, pero no sabía que iba a pasar esta semana. Después de su maratón de "Ignorar a _______", no sabía que se lo podría cruzar por su cabeza.

JungKook entro al salón, como siempre un minuto antes de que suene en la campana. Sus pupilas se clavaron en las mías por cinco segundos, JungKook sonrió y comenzó a caminar hacia donde yo estaba. Pero no se detuvo en nuestra mesa de laboratorio, paso de frente para sentarse al lado de Jessica, dos carpetas atrás que la mía.

Al diablo con JungKook, pensé. Justo en ese mismo momento, una carpeta roja choco contra la mesa de mármol. Voltee para ver de quien se trataba, para encontrarme con unos ojos oscuros.

El chico tenía el cabello corto, y era igual de oscuro que sus ojos. Su piel no era común de los chicos de aquí, era más bronceada. Un bronceado natural. Típico de los chicos de Busan, de dónde veníamos JungKook y yo. Al instante reconocí esos ojos.

-¿Me extrañaste, Loxy?-preguntó burlonamente mientras pasaba su mano despeinando su oscuro cabello.

-¿Qué demonios haces en Seúl, Jimin?-pregunté confundida.

-Bueno ya sabes, supe que me extrañarías mucho, aquí. Sola.

-Hablo enserio.

-Mi familia se mudo aquí, a mi Papá lo trasladaron a Seúl. ¿Contenta?

-¿Zinni está aquí?-pregunté entusiasmada.

-Sí, ¿Qué parte de que toda mi familia está aquí no entendiste?

Red de Mentiras. «JungKook.» [TERMINADA]Where stories live. Discover now