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El día siguiente Anahí recibió llamadas telefónicas de sus tíos y primos, que le ocuparon prácticamente toda la mañana.

Christopher y Christian entraron al cuarto de Alfonso y lo vieron sentado en la cama,

- Christopher: ¿Estás listo?
- Alfonso: No estoy convencido,
Suspiró, Christopher se sentó a su lado,
- Alfonso: Me duele volver a verla en estas circunstancias,
- Christian: Pero no podemos dejar de ir,
- Alfonso: Yo no he dicho eso,
- Christopher: ¿Todavía estás enamorado?
- Alfonso: No sé... Hace tanto tiempo que no la veo que no tengo la más mínima idea de lo que voy a sentir cuando la vea nuevamente,
Christian le dio una palmada en el hombro,
- Alfonso: Todo este tiempo he estado con el recuerdo de lo que fue,
Christopher se paró de la cama,
- Christopher: Ya es la hora, mi papá ya debe estar esperándonos,

Alfonso se paró y salió del departamento junto a Christopher y Christian.

Por la tarde, Anahí, Eduardo, junto a los familiares más cercanos y algunos amigos de la familia hicieron una misa en memoria a Erica y luego fueron al mausoleo para dejar sus cenizas en un lugar que había sido designado para ella. En el momento que pusieron la lápida con el nombre de Erica y su fecha de nacimiento y muerte Anahí se quebró completamente, Eduardo, quien estaba a su lado, la abrazó con fuerza y Lourdes le hizo cariño en el pelo.

Desde el primer momento en que Alfonso la vio esa tarde, quiso acercarse a ella y abrazarla, estaba vestida con unos pantalones y un suéter negro, andaba con unos lentes de sol que le cubrían prácticamente toda la cara, se veía pálida y tenía el pelo con una cola. En la iglesia quiso ponerse en la última fila y en el mausoleo estuvo todo el tiempo mirándola desde un rincón.

A medida que pasaron los minutos las personas que fueron retirando del lugar, solo se quedó Anahí y Eduardo, Dulce y Lourdes los estaban esperando en el auto,

- Eduardo: Hija, ya casi todos se fueron,
Vio que aún lloraba, estaba con la vista fija mirando el nombre de Erica,
- Eduardo: ¿Nos vamos?
- Anahí: Me quiero quedar un rato más aquí,
- Eduardo: ¿Quieres que te acompañe?
- Anahí: No,
- Eduardo: ¿Segura? No creo que te haga bien quedarte,
- Anahí: Quiero estar sola,
- Eduardo: Si quieres le digo al chofer que regrese por ti,
- Anahí: No es necesario, tomo un taxi,
- Eduardo: No te vayas muy tarde,
Le dio un beso en la frente,
- Eduardo: Te espero en la casa,

Se retiró dejando a Anahí sola, ella se quedó un instante más ahí, avanzó unos pasos hacia el lugar donde estaba Erica y tocó su nombre con la yema de los dedos,

- Anahí: Tal vez nunca te lo dije pero... Gracias por todo,
Sollozó y recordó lo que Dulce le había dicho la noche anterior,
- Anahí: Que tengas un buen viaje,

Se secó las lágrimas, respiró hondo y le sonrió, poco a poco caminó hasta la salida y los rayos de sol de la tarde la iluminaron dándole energía.

Todavía no quería irse a la casa, Eduardo y Dulce habían estado todo el tiempo con ella y lo agradecía, pero en ese momento necesitaba estar sola, sin darse cuenta llegó a la plaza donde solía ir con Alfonso cuando eran novios, comenzó a caminar por el pasto y luego se arrodilló bajo la sombra de un árbol, sintió como el viento le sopló en la cara y cerró los ojos,

Los dos estaban recostados de espalda sobre el pasto mirando al cielo,

- Alfonso: ¿Tú sabías que algunas estrellas tienen nombres?
- Anahí: Mentiroso, son muchas como para ponerle un nombre a cada una de ellas,
- Alfonso: Yo no dije que todas tuvieran nombre, Bayer estableció un orden de brillo en cada constelación,
- Anahí: ¿Ah sí? ¿Y cómo se llama esa grande y brillante que está a tu izquierda?
- Alfonso: Umm, creo que se llama Anny,

Tu RecuerdoWhere stories live. Discover now