(人 •͈ᴗ•͈)+ 7

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-Yibo, estoy pensando en pedirle el divorcio a tu madre. - Soltó Zhan, naturalmente, vio la felicidad en el rostro joven.

-Eso me haría muy feliz Zhan. Ya es hora de que formalicemos nuestra relación. Odio ver como ella busca tocarte con cualquier excusa.

-Yibo no seas así. Tu madre es una buena mujer. No es su culpa que tú y yo nos enamoráramos. - Dijo con naturalidad. Yibo captó la palabra clave en la oración y le miró sorprendido.

-¿Enamoráramos? - repitió incrédulo. Yibo ya le había dicho que lo amaba. Pero Xiao Zhan aún era rejego con esa palabra. La razón era porque quería estar completamente seguro.

Zhan asintió y tomó la mano del menor acariciándola con cariño - Si, Yibo. Enamoráramos. Porque yo también te amo. Ya no puedo imaginarme una vida sin ti, no quiero a nadie más. Solo a ti conmigo, por el resto de nuestras vidas.

-Yo también, Zhan. Te amo solo a ti. - Ambos sonrieron con cariño y Yibo llevó la mano de Zhan hacía su boca y en ella depósito un pequeño y casto beso.

- Ya que Zhan me ama. Ya no te permito dormir con mi madre. Ven esta noche a mi recámara y duerme conmigo ¿si?- Suplicó con mirada de cachorro. Zhan no podía negarse pero sabía que tampoco era conveniente.

-Yibo, no es tan fácil. Deja que arregle los papeles del divorcio y luego buscaré una excusa para irme a dormir contigo ¿si?

El almuerzo transcurrió tranquilamente. Ambos se dedicaron miradas de amor y no le prestaron atención a su alrededor. No les importaba realmente, porque cuando estaban juntos sentían que todo estaba bien y que los problemas eran insignificantes. Con ellos dos bastaba y sobraba.

La noche llegó y Zhan notó algo retraída a Carman. Como si tuviera muchas cosas en las cuales pensar. Por lo que decidió que el tema del divorcio se lo diría una vez que ya hubiese hablado con el abogado. Afortunadamente esa noche Carman no le pidió tener intimidad. Cada vez que la rechazaba se sentía como un patán por siempre poner la misma excusa. Por suerte esta vez, ella solo se acostó y se despidió con un débil "buenas noches".

Zhan se quedó recostado mirando hacia el techo. Nunca se hubiera imaginado que se terminaría enamorando del menor. Pero no planeaba cuestionarse nada. Lo amaba y eso era suficiente. De pronto su celular vibró, Zhan lo tomó y se dio cuenta que era un mensaje de su leoncito.

[Leoncito: La noche se me hace eterna al no tenerte cerca. La distancia es corta pero te me haces tan lejano que temo lo nuestro solo sea un sueño del cual despertaré por la mañana. Te necesito a mi lado para estar completo. Te amo, mi conejito hermoso. ]

Zhan sonrió ante tan meloso mensaje, y sintió como los latidos de su corazón se aceleraban en felicidad. Él también quería acurrucarse con su leoncito.

[Conejito: Yo también desearía estar a tu lado en este momento. Que tus brazos sean los que me acobijen y que tus labios lo que me den calor.]

Zhan se sorprende de lo cursi que puede llegar a ser por el menor. Era una faceta que pensó que había perdido en su adolescencia, pero Yibo lo hacía sentirse mas joven y vivo.

[Leoncito: Entonces ¿Qué esperas? Te espero en mi habitación, aunque sea por nuestro beso de buenas noches.]

Zhan sopesó la idea, giró su rostro hacia la espalda de su esposa y llamó - Carman- no hubo respuesta. Así que asumió que ella ya debería de estar dormida.

[Conejito: Te veo en tu habitación]

Zhan se levantó con prisa, asegurándose de no hacer ruido y no despertar a su esposa. Caminó hacia la puerta y justo al frente se encontró con su lindo León.

El hijo de mi esposa (YiZhan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora