Capitulo 42

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Habían pasado dos semanas desde que había salido del hospital, cada día al despertarme rezaba porque no ocurriese nada. Marcos no se separaba de mi lado pero aún así el miedo a que aquella macabra persona apareciese en cualquier momento no me dejaba apenas ni pegar ojo.

La policía no paraba de buscar a Sofía pero no había ni rastro de ella era como si la tierra se lo hubiese tragado pero yo sabía que en algún momento aparecería y sus malditas palabras no se borrarán de mi mente,lo que hacía que se me congelarse la sangre.

-amor,estas bien?-Marcos se acerco a mi preocupado
-si,si- trate de parecer creíble

Cómo podía estar bien? Cómo vivir tranquila? Cómo disfrutar de mi pequeña sabiendo que corría peligro? La agonía me estaba matando por dentro,sentía que en cualquier momento me iba a volver loca. Cada ruido hacía que mi estómago se encogiese y mis piernas temblasen.

Agite la cabeza y trate no pensar más en eso. Mire a Marcos que se encontraba en la isla de la cocina y le sonrei, gire sobre mis talones y camine hacia él salón. Allí,en él carrito estaba mi angelito,ella era mi vida

La noche había llegado, Marcos y yo estábamos sentados en él sofá y nuestra pequeña dormía plácidamente, me levante para cargarla y llevarla a nuestro dormitorio.

-Hola preciosa- me dijo Marcos cuando llegue al salón
-hola-dije sonrojandome

A pesar del tiempo,algo en mi se iluminaba cada vez que me llamaba así,avance por él salón hasta sentarme junto a él, sin dejar de mirarnos fijamente en ningún instante.

Coloco una mano sobre mi nuca y empujo levemente mi cabeza hasta quedar a apenas unos centímetros de sus labios,miro mis labios y en menos de un segundo presiono su cuerpo contra él mio haciendo que quedase sobre mi. Aparto un instante sus labios de los mios para mirarme fijamente.

- Te amo tanto mi amor- me dijo antes de devorar mis labios de nuevo

Movió sus caderas para así hacer hueco entre mis piernas y posicionarse entre ellas,podía sentir su erección y las ganas de tenerlo dentro de mi me estaban matando.

Amor-dije apenas sin aire en los pulmones
-mmm- no paraba de besar mis labios
-sabes que aun no podemos hacer nada- deje un poco triste- debemos respetar la cuarentena
- pff me vuelves loco-solto mis labios sin ganas

Nos sentamos más cómodos en el sofá y continuamos viendo la televisión,las horas pasaron volando, era tardísimo y teníamos que  irnos a la cama. Me levante y apague el televisor y juntos caminamos hacia el piso de arriba donde se encontraba el dormitorio.

Marcos entro en el baño mientras yo empecé a quitarme la ropa para así poder ponerme el pijama. Di un par de pasos hasta la cuna de mi pequeña, mis ojos se llevaron a de lágrimas y mis piernas empezaron a temblar,me desvanecí en él suelo con un grito que me quemo las entrañas,mi niña,mi pequeña...no estaba en su cuna

Marcos salió corriendo del baño sin saber muy bien lo que ocurría,en menos de un segundo llego hasta mi. Miro la cuna y las lágrimas rodaron por sus mejillas,cogió un papel que estaba dentro de la cuna,él cual yo ni había visto.

*TE AVISE MALDITA ZORRA*

corrió hacia él teléfono. En unos minutos la policía llego,yo,yo seguía paralizada en él suelo mientras Marcos me abrazaba

Dios mio por favor,por favor no permitas que le ocurra nada a mi niña,por favor. No paraba de repetir eses palabras en mi mente una y otra vez

Mi profesorWhere stories live. Discover now