HISTORIAS MAYNEL

🌸Todavía🌸

Recuerdo las tardes a tu lado, el olor que impregnabas en mí al abrazarme, también recuerdo los besos que nos dábamos; nuestros labios eran como dos engranes que fueron hechos a la medida para encontrarse en esta y todas las vidas que compartiéramos. Eras, más bien, eres mi espacio en el abismo y mi luz en la obscuridad, sigues siendo mi lugar seguro, y puedo asegurar que vivo en tu corazón, aunque no me pertenezca. He de admitir que fuiste la estrella fugaz que pasó por mi vida, pero cuando partiste te llevaste toda mi alegría, y juro que a pesar de todo vivo por ti, porque morir por alguien es fácil, pero vivir sin ti sabiendo que compartimos el mismo espacio, me resulta aun más difícil. Todavía te recuerdo, todavía aquí estoy...

¿Cómo es posible que continúe tratando de resignarme a tu abandono?, eso es demasiado tonto y más cuando fuiste tú quien decidió partir, te ofrecí lo más sincero que me pertenecía; mi amor y tú en cambio solo tomaste lo que necesitabas para después romperme el corazón en mil pedazos, me niego a perder, el colmo es que aguanté todos tus caprichos y sacié tus necesidades para evitar que te marcharas y lo hiciste ante mis ojos. Lo más duro es que al romper mi corazón tomaste los trozos para reparar uno ajeno como si de porcelana se tratara, pero aun con todo eso, todavía te amo.

Repaso en mi mente todos mis movimientos, actos y expresiones; tratando de recordar en donde habré fallado para encontrar la causa posible que te haya obligado a marcharte, y simplemente me da por pensar que mi amor fue escaso, creyendo que te di todo. Para ti, mi todo era nada y para mí, tu nada lo era todo. Algunas veces se me da llamarte y rogarte que regreses a mi lado, pero ¿Cómo hacer que regrese algo que nunca estuvo?, Todavía hay amor, pero no a quien amar.

Todavía te espero y evito pensar en que no volverás, en mi mente he creado el embrollo de que te has ido de viaje y algún día inesperado vas a regresar, quiero ser valiente y aclárame que retornar no está en tus planes, pero no soy capaz de aceptar siquiera que ya no me quieres; me consuelo pensando que vives aquella crisis de la que todas las parejas hablan y también me abrazo tratando de tranquilizar mis miedos a perderte, ¿Qué es lo que he de perder, si no tengo nada?

Temía que los rumores fueran ciertos así que decidí asegurarme personalmente de que no fueran más que habladurías de la gente, todos hablaban de la unión que tendría tu vida con la de alguien más, algo completamente injusto a mi parecer porque quien debiera estar en ese lugar tendría que ser yo, nunca entendí aquel juego de aprovecharse del amor ajeno para reírse de lo "cursi" que podría llegar a ser una persona. Con seguridad he de decir que eres mi mayor anhelo y calvario, mucha gente se pregunta ¿Qué fue lo que hizo bien en otra vida para ser recompensados? Yo en cambio me pregunto ¿Cuál fue el pecado vernal que he de haber cometido para pagar un karma tan doloroso?, me imagino una diversidad de escenarios posibles, pero ninguno me alcanza para la factura que estoy pagando, incluso me parecen bastante obsoletos para considerarse "maldades" a comparación de lo vivido.

Hoy te miré a lo lejos, nuevamente, lucias radiante; como si la tormenta de este gran amor nunca hubiera recorrido tu alma, al marcharte dejaste muy en claro que lo hacías sin remordimiento y me negaba a creer que pudieras tener tanta frialdad al amar como para olvidar nuestra historia; mirarte tan en paz no me parte el corazón, porque desde hace mucho tiempo ya, que cargo con el dolor de ambos, más bien, luché por ambos aun cuando tú ya me habías abandonado, quizá no físicamente pero si en alma y corazón. Caminabas con tanta seguridad y lo que más envidiaba; estabilidad, ibas de un lado a otro como si buscaras algo o como si las tiendas departamentales se fueran a ir a algún lado, mirarte me hacía mal y bien, mi corazón luchaba contra mi mente en una batalla de amor y razón; buscaban ganar a toda costa, pero siempre terminaba inestable y la tristeza me aislaba del mundo.

Efectivamente, tenías a alguien más en tu vida ¿Cómo es eso posible? Si apenas hace unos meses me jurabas amor perdurable, decías quererme más que a tu propia vida, vaya que supiste jugar tus cartas y yo fui un peón perdido en el juego equivocado; y es que me niego a perder porque todavía siento que puedo luchar y traerte de regreso a mí, todavía creo que puedo consolar a tu corazón y con mi amor ganar la batalla de tu ser. Sentí mi corazón hacerse añicos cuando supe que te casarías en unos días, todo esto me parece extraño y sofocante; quiero huir, pero mis cadenas me atan a tu amor porque ¿Cómo vivir sin ti? Si continúo haciéndolo gracias a ti.