L'amour de ma vie

다섯

– Cinq –

Hoyoung percibe el pequeño cambio en Dongheon al otro día. Bastantes ausente en clases. Tampoco lleva el abrigo que le regaló, por lo que se acercó inmediatamente a preguntar antes de que siga a sus amigos fuera del aula.

— Ah. Lo olvidé...

— ¡Heonie-hyung! – Dongheon sonríe y Hoyoung mira extrañado al chico que ingresa a la sala, con una campera en brazos – Eres tan descuidado, ¿Por qué no te abrigaste, si sientes mucho frío? Los chicos no dejaban de quejarse en el chat, sobre tu constante temblor. Mira esto – sujeta la manga corta de la polera de Dongheon – ¿Piensas que esto te protegerá del frío? Y tus manos – las manos de Dongheon se encogen al ser sostenidas por las del contrario –  Demasiado frías. No puede ser. Lo que yo... Ah. Hola – finalmente se percata de otra presencia de Hoyoung – No te había visto, ¿Nuevo amigo de Dongheon?

Dongheon sale de su pequeña ensoñación y también mira a Hoyoung.

— Es sólo un compañero de clases.

— Bae Hoyoung, estoy en otra carrera. No nos presen...

— ¿Hoyoung? Hoyoung... – el chico entrecierra los ojos – ¿Dónde lo escuché? – Dongheon y Hoyoung lo miran con curiosidad hasta que sonríe y señala – ¡Oh! Eres... Tú le regalaste ese conjunto a Dongheon – mira al mencionado – Ellos no dejaban de mencionarlo, ¿Recuerdas? Que se conocieron mejor
Que parecía tu novio. Que fue muy amable de su parte darte su ropa y demás – ahora mira a Hoyoung – pero cometiste el error de entregárselo a esta persona que, no utiliza regalos más de una vez y los abandona por cualquier parte. Es tonto.

— No soy así.

— Dice que las guardará, cuidará con todo su corazón porque lo aprecia mucho, pero te juro que no lo volverás a ver de nuevo con eso vestido. Míralo, ya debió perderlo.

— No es cierto.

— Ayer me dijiste justamente eso y ahora no lo llevas puesto, ¿Dónde está?

— Está a salvo... en algún lugar... que no recuerdo.

— ¡Ahí lo tienes! – acusa a Dongheon con Hoyoung – Dejemos de perder tiempo, permíteme un brazo – pasa una extremidad superior de Dongheon dentro la manga de la campera y después el otro brazo en la otra manga – Deben estar cansados de esperar por nosotros –  sube la cremallera y sujeta la mano de Dongheon para llevarlo hasta la puerta, deteniéndose por unos segundos – Por cierto, Hong MinChan es mi nombre. Un gusto conocerte.

Hoyoung agita su mano, viendo a Dongheon desaparecer con aquel chico que parecía no recordar que tropezaron hace unos días.

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Yongseung mira de reojo a Hoyoung.