extra dos

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una semana después de haber invadido la casa de su hermano, ni-ki estaba nervioso sentado en el sofá de la habitación de su mejor amigo

tal y como lo había dicho jay, apenas llegó a casa la mañana siguiente, tanto su madre como su padre se lanzaron a abrazarlo casi al punto de llorar por la desesperación de no saber donde se encontraba su hijo más pequeño. y luego de haber sido mínimamente reprendido, faltando al colegio y todo, se encerró con su madre en su propia habitación a conversar. recordó las palabras de jay y aunque le costó un poco, se abrió y se permitió decir todo lo que había dicho ayer e incluso más, sintiéndose torpe, confundido y avergonzado cuando al terminar fue abrazado y consentido por su progenitora, quien le aseguró que nada estaba mal y lo apoyaba de igual manera fuese como fuese, porqué era su pequeño hijo consentido. así que ni-ki terminó con una paz y un alivio tremendo luego de aquello, volviendo a hablar con su hermano después para contarle como había ido todo, recibiendo una felicitación y un te lo dije que le hizo enojarse en broma

ahora mismo, una tonta película de terror se reproducía en la televisión del pelirosa, y ellos no habían encontrado mejor opción que tirarse en el pequeño sofá de dos cuerpos en donde sus hombros se rozaban y evitaban mirarse lo más posible

toda esa semana fue incomoda para ambos, ellos no general no eran los mejores amigos más parlanchines, pero luego de aquel beso su comunión decayó y en los recesos ambos se mantenían juntos, pero horriblemente callados e incapaces de mirarse al rostro sin que alguno de los dos se sonrojase. de hecho sunoo invito por mensaje a ni-ki a ver una película siendo que estaban sentados lado a lado a la hora del almuerzo

y allí estaba ni-ki, mordisqueando su mejilla interna e incapaz de prestarle atención a la película porque hasta la respiración de su mejor amigo le desconcentraba y los dedos de sunoo estaban tentativamente cerca de los suyos. hasta el aroma a fresas que tenía sunoo le llamaba y él se sentía tan nervioso que en cualquier momento diría cualquier idiotez con tal de quebrar el incómodo momento

ni siquiera era capaz de levantarse para ir a mojarse la cara al baño, porque el tacto de sunoo contra su hombro era demasiado agradable y temía no poder volver a estar en una situación así sin que se viera demasiado extraño. ¿desde cuando que le gustaba tanto que sunoo le tocase?

la vez anterior ni siquiera sabe por qué besó a sunoo, simplemente ambos estaban semi-recostados en la cama leyendo un manga, entre los dos, que los labios bonitos, rosas y finos de sunoo leyendo en voz alta fueron lo suficiente como para inclinarse hacia él sin razón y besarlo de un impulso. se había tragado las palabras de sunoo incluso mientras él leía y pudo verle soltar aquel libro con manos temblorosas hacia su regazo. era un choque de labios simple y soso demasiado impulsivo, su mejor amigo pudo haberse apartado en un segundo de eso, pero en cambio solo bastaron dos para que sunoo le siguiese aquel tonto beso con una inexperiencia adorable e hiciese puños aquellas manos bonitas en las piernas de ni-ki

— es suficiente — sunoo de pronto paró el filme en la televisión con el pequeño control y se enderezó, desestabilizando a ni-ki quien de igual manera le copió y miró por un instante algo confundido

— ¿suficiente de qué? ¿no te gustó la película?— preguntó curioso sin comprender, sintiendo la televisión ser apagada por un alterado ni-ki quien arrojó el control remoto a la cama

— no, de la película no, de ti — auch, eso había dolido, ni-ki jamás se acostumbraba a lo sincero que era sunoo la mayoría del tiempo y el pelirosa pudo ver que había sonado demasiado crudo y tenía una mueca inconsciente en el rostro — y de mi... de ambos, nosotros, algo asi

oh, a eso iba

por alguna razón, aquel nosotros había sonado jodidamente bien desde los labios de sunoo que fue imposible que ni-ki no tragase saliva nervioso y con el estómago caliente en una sensación rara que no supo explicar con palabras. era la primera vez en esa semana que ambos se miraban a los ojos por más de cinco segundos

乘 kindergarten boyWhere stories live. Discover now