Veramor (Sin Editar)

Capítulo 3

—Anda que mona. —Me alaga Susi y me da la vuelta. —Cuando dije que te presentaría alguien no era para que lo engancharas tan rápido chula.

—De eso quiero hablar yo, ¿qué te traes?
—No te preocupes veras que divertida estará la noche. Anda mira si por ahí viene el Rey de Roma.

Se nos acerca un chico bien vestido, con todo y la ropa se nota lo bueno que está y para completar en traje un perfume que mata.

—Buenas noches chicas, ¿cómo andan? —saluda.

—Espera. —Lo miro y me quedo pensando. —Tu eres el chico… si, el que casi me tumba.

—Que no Ema, calla y tira como dice tu amiguita, que estas equivocada. —Me jala del brazo y me aleja. —¿Serás boba? Tú y si puede le regalas la boca chula que ese chico es la lotería en persona.

—¿Pero estás tonta? —La miro y luego lo miro a él.

La verdad es que no está nada mal… para cosa de una noche...

—Vale Gusi. Haré un esfuerzo. —Le digo después de verlo bien y pensármelo.

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—¿Fumas? Me pregunta el chico mientras se acerca.

—Eh—Sonrió, me volví tonta, me huelo.   

Mi ropa huele fatal, es ese olor desagradable del cigarro con el perfume, mi cabello huele igual, no sé si se ha dado cuenta de parezco perro olfateando.

—No fuma y tampoco puede, se lo tenemos prohibido—Hace un gesto enorgullecedor. —Por cierto Em, mira quien está allí.

Miro donde señala y es Damián, ya me vio pero.

—¿Te das cuenta que estás diciendo eso con un cigarro en la mano? —Le pregunto y me fulmina con la mirada.

—Te cuento que esta que está aquí—Le habla a él y me señala con el dedo— Nosotros la encontramos, por así decirlo, y era la persona más tranquila del mundo, todavía me cuesta sacarla de su casa, pero bueno que no era esto que estás viendo, o eso pensábamos porque no fuimos nosotros quien la transformamos, ella se transformormó solita—Se ríe.

—Hablas demasiado Susana, deberías practicar el no hablar mientras estas pedo y mucho mejor si prácticas para no hablar de mí.  

—Muchas palabras para ser procesadas ahora mismo—Se ríe y aplaude—Os dejo para que se conozcan.

—¿Qué más si ya le has contado todo? —Reprocho.

—¿Y si yo quisiera conocer más que eso? —Me mira el chico y me guiña el ojo.

Ahora si me mató.

Adoro cuando me guiñan, dios es se ve tan sexi; Un secreto en secreto por favor.

—Vamos—Me agarra por la cintura mientras pide permiso y terminamos sentados en la barra. —¿Quieres tomar algo? —Me mira de arriba abajo.

Miradas no por favor ¿es que esta el entierro incluido?

—No, gracias. —Respondo incomoda mientras miro para otro lado.

—Mírame ¿estoy tan feo? —Sonríe, hasta él sabe que no es por eso. —¿Porque no me miras a la cara?

—No te lo tomes personal, es que no me gusta mirar a personas desconocidas a la cara. —Me pone la mano en la cara y hace que lo mire.

—¿Eso tiene solución, sabias que hay algo que me puede hacer pasar de desconocido al chico por el que babees en solo unos minutos? — Sonríe y me besa.