Kara Zor-el, comandante de unas de las legiónes más temidas del imperio romano. Hábil en combate, feroz, poseedora de una Inteligencia y habilidad estratégica igualada a marco Antonio y Julio Cesar, ha conseguido un lugar privilegiado entre las fila...
Obs.: Buenas, aquí les traigo la conclusión de todo el destape del chisme de la lluvia de bendiciones y demás cosas que pasaran.
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Continuación
Pov. Andrea
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Había perdido la noción del tiempo, no tenia conocimiento del día o la noche, la preocupación y la incertidumbre eran mis únicas acompañantes, lo único que me restaba era aguardar y rezarle a Juno hasta que escuchase mi pedido e intercediera por el bienestar de mi hijo y por mí, ni siquiera podía enviar una nota a Jack para advertirle de mi actual infortunio, me hallaba presa como un criminal en mi propia casa. En tanto seguía sumergida en mi miserable sentir escuche como el candado de la puerta era sacado seguido del seguro, me apresure a levantarme del lecho y ver de quien se trataba, esperaba que fuera mi hermano y que viniera a por mí, pero en su lugar las puertas ya abiertas de par en par dejaron ver la silueta de mi madre con dos esclavas a sus espaldas, maldije para mis adentros mi nula carencia de fortuna en tanto ella acortaba la distancia a pasos firmes hasta quedar frente a frente conmigo.
-: Aun me pregunto como es que pude traer al mundo un ser tan débil como tú, sin aspiraciones y visión.... – observándome despectivamente – pero bueno...no estoy aquí para lamentos, debes asearte, yo me encargare de elegirte atuendo, fuimos llamadas a la villa Luthor. – haciendo un gesto con la mano para que las esclavas comenzasen con su labor de prepararme el baño –.
-: No deseo ir. – no me prestaría para sus oscuras intensiones –.
-: No es una opción, ¿no eras tú la que gritabas por libertad? Bueno ahora se te la concedido.
-: No a cuesta de tus malévolos planes. – en tanto terminé de dar mi opinión sentí el ardor en mi mejilla, me había dado una cachetada y luego me tomo con fuerza de ambos brazos para acercarme a ella –.
-: Escúchame bien niña malcriada, estoy tratando de enmendar el gran error que has cometido al entregarte a un donnadie y dejarte preñar por él, deberías de hincarte ante mi y agradecerme por que te he conseguido lo que muchas jovencitas de alta cuna desearían tener...un futuro brillante asegurado, ese bastardo que llevas en la matriz tendrá la vida resuelta, bajo el respaldo y la protección de unas de las casas nobles más respetadas de Roma, eso debería de darte dicha, no dar este tipo de teatro y dejarte llevar por la estupidez del amor puro o miramientos, ahora si sabes lo que te conviene...es mejor que aceptes mis dictamines y los realices sin objeciones, de lo contrario quien pagará por tus desacatos y berrinches será el ser que crece dentro de ti. – sabía que hablaba en serio, pero hasta ahora me daba cuenta de lo que en verdad era capaz de hacer mi madre...atentar contra su propia sangre...era un ser ruin sin escrúpulos –.
