¿Le tienes miedo a la oscuridad? [PAUSADA]

El accidente

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—Te recuperarás— sonó de repente en mi cabeza.

Abrí los ojos, somnoliento. Normalmente, cuando uno se rompe la columna vertebral, es  imposible que siga andando, pero debía de ser la excepción de la regla, por que ahí estaba yo,  andando, con sueño, hasta la puerta de mi habitación.

Cuando la abrí, me llevé una gran sorpresa. Había un gran pasillo iluminado y repleto de personas. Había personas en camillas y con respiradores. También había varias personas con batas de hospital. Y, en efecto, estaba en un hospital.

Entonces, recordé. Recordé todo lo que había pasado justo antes del accidente. Un accidente que por poco me cuesta la vida.

Antes del accidente, había salido de mi casa, para dirigirme a la de mi mejor amigo. Mi padre, me había dicho seriamente:

—No te dejes llevar por nadie, hoy en día se han denunciado muchos casos de niños desaparecidos, ¿Me oyes, Will?— Me dijo. Oh, sí que lo oía, claro que lo oía, lo oía con toda la atención del mundo—. Y no te olvides de mirar a los dos lados al cruzar.

Ese había sido el error. Probablemente, iba mirando el móvil cuando estaba cruzando, y por eso, sucedió el accidente. Alguien interrumpió mis pensamientos. -O algo- Quizás lo sabía, o simplemente lo presentía.

—Señor Harrison, ¿Está usted bien?, lleva mucho tiempo en coma— Me preguntó un doctor, alto y de mediana edad.

—Si, supongo...¿Cuánto tiempo llevo en coma?—Me quede mirándolo.

—Oh ¿No se acuerda, señor?...Lleva 25 años en coma

Lo miré, estupefacto. Entonces, me miré a mi. Tenía más o menos treinta y nueve años. Claro, tenía catorce cuando ocurrió el accidente.

—No se preocupe, señor, sé que está sorprendido, pero túmbese en la cama, relájese—Me contó el doctor, metiéndome otra vez en la habitación, con una sonrisa radiante, casi aterradora.

Cuando me tumbé en la cama, me empezó a conectar máquinas al cuerpo, máquinas que no había visto en mi vida.

—Doctor, ¿Qué son estas máquinas?— Le pregunté preocupado.

—No son nada, señor—Me respondió. La sonrisa se le ensanchó aún más.

Alguien empezó a dar golpes a la puerta, pero es doctor seguía quieto, continuando con su misión. Las luces, parpadeaban, y ahí fue cuando el doctor empezó a reírse.

—Es muy divertido, ¿sabe?, es muy divertido— Dijo el entre risas. Su boca, se hizo más grande, le llegaba casi hasta las orejas. Las máquinas hacían ruido, la luz, parpadeaba, y los golpes, cada vez más fuertes, comenzaron a estar acompañar de gritos. El doctor, seguía riéndose, se reía tan fuerte, que ya no se escuchaba todo lo demás, era como si estuviéramos solos, el doctor y yo.

—A tenido un accidente—Me dijo. Yo me limité a asentir con la cabeza—. Pero, lo que usted no sabe, es que aquí nada es lo que parece—la sonrisa, casi le ocupaba toda la cara, pero aún así, siguió hablando—. Eres el sujeto 999, todos los demás, nos han fallado pero creo que usted, sirve para esto— y sin más explicaciones, entendí lo que estaba pasando.

Mis venas, empezaron a estallar lentamente, mientras el doctor, seguí riendo. Cuando iba a respirar, por última vez, me di cuenta de que el no era el doctor.

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Os gustó el capítulo? 

Solo imaginaos la sonrisa del doctor :0 

''Todos nos volvemos locos y en todos hay maldad... la pregunta es: ¿hasta cuándo podrás esconder la tuya?''

Espero que os guste ^^

El siguiente cap está basado en hechos reales