Capítulo 49

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-Señorita Hill queda libre de cargos-

Suspire con alivio por primera vez en toda la noche, cuando Cameron cayó en el suelo mis manos temblaron y retrocedí con lagrimas en los ojos, miles de sentimientos se chocaron dentro de mi, adrenalina, furia pero sobre todo miedo, estuve aterrorizada por lo que me esperaba, llame al numero de urgencias y a Cameron lo llevaron de urgencia a un hospital, ¿A mi? a la comisaría, tuve que declarar todo, fueron largas horas en las cuales tuve que contarle a un desconocido mis peores secretos, para afirmar que el maltrataba de mi, pasé por varias pruebas, me sacaron sangre y un doctor se encargo de hacer los estudios sobre la violación, la señora de recepción del edificio en el que vivo tuvo que venir a declarar también, mejor dicho a confirmar que Cameron era un mal tratador, no sabemos como logro entrar a mi apartamento pero llegaron a la lógica de que el tiene una copia de mi cerradura y paso desapercibido, ahora mismo el se esta recuperando, solo logre perforarle una parte del estomago, naturalmente no está bien pero logro sobrevivir.

-Muchas gracias señor- conteste abatida por el cansancio.

-No olvide el juicio que se realizara en quince días-

-No lo haré comisario-

El curvo sus labios en media sonrisa, durante toda la interrogación se mostró paciente, no tendrá mas que cincuenta años y sintió compasión por mi.

-Debes estar preparada chica, si ellos consiguen un buen abogado, Cameron puede quedar libre, nosotros podemos poner un abogado a tu disposición si no puedes pagar uno-

-Gracias pero no hace falta, me las arreglare-

Me levante de la silla, la cual produjo un gran ruido molesto al arrastrarse contra el piso, sonreí al comisario y salí de aquella horrible sala, siento que en cualquier momento caeré al suelo dormida, salgo de la gran comisaría y veo que ya no cae nieve, el sol está radiante como un diamante y siento algunos pájaros cantar felizmente.

Camino de regreso al edificio y sin mirar a nadie subo por el elevador, puedo ver mucha gente por los pasillos y mis sospechas se confirman al ver a donde se dirigen, mi apartamento es evidencia lo de sucedido anoche, por lo tanto la justicia lo esta registrando, me acerco hasta la puerta cuando alguien me para.

-No esta permitido entrar allí-su tono es tan fuerte como un trueno y me hace estremecer.

-Lo siento señor, pero yo vivo aquí y necesito entrar-

-La justicia le dejara a su disposición un paradero temporal mientras se analiza la escena del crimen-

-¿Puedo buscar algunas cosas?-pregunto resignada y el asiente.

Dentro todo esta rodeado de cintas y por doquier hay personas con trajes blancos, voy directo a mi cuarto y hago una maleta con unas cuantas mudas de ropa, cremas, dinero, cargador del celular, libros y una cartera donde metí mi celular móvil.

Este señor me dijo que habían pagado por un apartamento que esta justo encima del mío, lo cual es un alivio, no soporto la idea de ir a otro edificio, no tardo en entrar y dejar la valija a un lado para correr a la cama y dejarme caer en ella, mis ojos se cierran con gusto.

Primero de enero, gran forma de empezar el año..

Algo vibraba en mi sueño hasta convertirse en un atormentador sonido, confundida abrí los ojos y tarde en entender que lo que en realidad vibraba era mi celular, una llamada, sin ni siquiera ver el numero atendí.

-Hola- dije y un bostezo inconsciente salió de mi boca.

-Alice-mi corazón dejo de latir por unos segundos al escuchar su voz.

Más que mi jefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora