Repetición

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Todo es oscuro. No hay ningún rayo de luz. Tengo la mente en blanco y no me puedo mover. Sólo siento el piso frio bajo mis pies dezcalsos, los escalosfrios que recorren mi cuerpo y las gotas de sudor que se deslizan por mi espalda. Estoy a punto de ceder a un ataque de pánico, tengo ganas de llorar, siempre le tuve miedo a la oscuridad... Me es casi imposible mantenerme de pie. Estoy realmente aterrada. Escucho atenta unos ruidos que parecen pasos. El sonido se acerca cada vez más hasta detenerse. Silencio. Luego, una risa, fría... de niña. Puedo sentir en mi brazo algo rozándome. Temblando, doy un paso hacia atrás. De nuevo esos pasos. Mi pulso se acelera a medida que se acerca el ruido. Retrocedo hasta que mi espalda choca con una pared. Mi unica opción es seguirla. Derecha o izquierda? Da lo mismo, tengo que salir de ahí. Voy hacia la derecha. Mi mano siempre tocando la pared hasta que ya no sienta nada. Hay un espacio del tamaño de una puerta. Da lo mismo, no hay tiempo para dudas paso por esa abertura y extiendo mis brazos por los lado... hay dos paredes a cada lado. Siguo el corredor. Ya no se escuchan los pasos sino que un ruido diferente extraño como aquel que uno puede hacer con una tiza sobre esas viejas pizaras negras. Un sonido agudo y desagradable que te pone los pelos parados. Me pregunto que sera lo que produce aquel ruido pero no me arriesgare a detenerme para averiguarlo. Despues de todo, viendo en que tipo de situación me encuentro, podría perfectamente ser algun cuchillo frotándose contra otro metal. Mas aterrada aun por este pensamiento, trato de correr pero mis piernas son muy pesadas y sólo me permiten caminar rápido. Y ahi esta de nuevo esa risa... Parece provenir de las paredes... Tanto cerca, tanto lejos. Una lágrima de miedo se desliza por mi mejilla. Quiero correr pero no puedo. Una mano fría me agarra el hombro y siento que algo se clava en medio de mi espalda.
Me enderezco abriendo los ojos. *suspiro* Pesadilla... Sólo fue una maldita pesadilla. La misma que la semana pasada. Despacio, me vuelvo a acostar. Prendo mi celular... 2:59... 3:00. Mi cuerpo sigue temblando. Cierro los ojos y trato de dormir un poco. No puedo evitar recordar aquel sueño una y otra vez, la risa, los pasos, la oscuridad, el frío, el sonido del metal. Puedo sentir todos mis pelos parados. Un ruido. Quedo inmóvil... "Que paranoica. Tranquila no fue nada." Escucho atentamemte pero no se oie nada más aparte del silbido del viento que mueve el follaje de los árboles y el lejano ladro de unos cuantos perros afuera. Despacio y atenta a cualquier ruido me levanto y camino hacia el interuptor. Por suerte, tengo la luz del celular conmigo sino me quedaría parada en medio de la habitación sin poder moverme. Siempre le tuve miedo a la oscuridad. A veces se convertia en una verdadera fobia y ni se porque. Me siento ya más tranquila al prender la luz de mi habitación. Miro a mi alrededor. Sigue igual. Nada ha cambiado aparte de las cortinas que ahora son de un azul marino. Mi pieza no es especialmente grande. Contra la pared a la izquierda de la puerta, hay unos armarios vacíos donde más tarde, guardare mis juegos de consola, libros y ropa. Frente a la puerta, hay una ventana y un escritorio dónde haré mis trabajos. Un poco más a la derecha, otra puerta que lleva a mi baño personal. Y mi cama se encuentra en la pared frente a la ventana. En la pared de la derecha colgaré dibujos y pinturas que he hecho. Ayer, llegué muy tarde a la casa de mis abuelos asi que me fui a acostar enseguida, sin ni siquiera cenar. Prendo la linterna de mi celular, y me pongo a visitar la casa dónde pasaba todas mis vacaciones y tambien donde viví durante unos meses difíciles de mi pequeña infancia. Nada había cambiado... Los ositos de peluche, con los cuales jugaba, siguen expuestos en los mismos lugares; al igual que la vajilla de bisabuelos que mi abuela guarda bien protegida en unos armarios de vidrio y los relojes que fueron pasando de generación en generación dentro de la familia. No se realmente mucho de ella y mi abuela nunxa quiso contarme acerca de ella. Vuelvo a mi habitación que se encuentra en el tercer piso de la casa.... Si; una gran casa de tres pisos. La familia de mi mama es bastante numerosa. Son en total 4 hermanos Pongo a cargar mi celular y saco un "diario" que me regaló mi mamá. Agarro el lápiz de pasta negro que lleva mi nombre ofrecido por mi hermano y me pongo a escribir.

Una herencia malditaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن