Giyuu Tomioka estaba contenta con su vida atendiendo la floristería de su incapacitada tía, hasta que accidentalmente es arrastrada al mar y al mundo de las sirenas, quedando ella y otro chico atrapados en una maldición que solo permitirá que uno so...
Ella se quedó en silencio durante un segundo, pero al final, curvó un poco los labios.
—seguro, eso suena bien. Solo iré por mi cámara.
—bien, acá te espero.
Como siempre había sido, y así se quedaría.
Segundos más tarde, Giyuu volvía a bajar las escaleras con la pequeña cámara roja en las manos.
—la tengo, vamos...
Sus palabras quedaron en el aire, Kyojuro estaba en una llamada.
—cielo, todo va a estar bien. Respira, ¿sí?
Con Shinobu...
—tus diseños eran demasiado buenos para ese lugar de todas formas. Conseguirás ese trabajo en otra compañía. ¿Quieres que vaya a recogerte?, no sé si podré quedarme tranquilo sabiendo que vienes sola en este estado... Estoy con Giyuu, le preguntaré si podemos posponer los planes para hoy.
—no... —soltó involuntariamente. Kyojuro se giró a verla e inmediatamente se corrigió—. No dejes que sea yo quien te retrasa, Shinobu te necesita más que nadie ahora... ve con ella.
—sí... —dijo en su dirección, luego volvió a hablar en dirección al electrónico—. Giyuu dice que está bien. Espera, voy a recogerte. Te amo, Shinobu... te veré pronto.
Giyuu apretó los labios y clavó sus uñas ya limpias en la pantalla de la cámara.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El sol se había puesto, la luna brillaba con luz plateada.
Después de todo había decidido salir a dar una vuelta en bicicleta, sola.
Llegó a un pequeño acantilado en la zona, tenía una baranda metálica para evitar que ocurrieran accidentes. En ese lugar, iluminado por la luna, se veía hermoso, Kyojuro había tenido mucha razón.
Como siempre.
Miró la luna e inconscientemente, sus ojos comenzaron a llenarse de agua.
Estaba bien... debía estarlo...
O quizás no...
Poco a poco le fue imposible retenerlas, pequeñas lágrimas empezaron a escapar de sus ojos y su voz comenzó a salir en pequeños hipidos hasta quebrarse en sollozos lastimeros que delataban todos los sentimientos negativos que había estado intentando contener.
Se vio abruptamente interrumpida por una voz...
Venía desde el océano.
—¿Hola? —preguntó, asomándose hacía abajo, aún a una distancia prudente del barandal de seguridad.
—¿Has recurrido a las mareas ondulantes para sumergir tus lágrimas solitarias?
Colocó sus manos en la baranda y se asomó con cuidado.
Sus ojos azules parecieron iluminarse.
Y de pronto la baranda se quebró.
Giyuu empezó una caída libre hacía las olas del mar, donde alguien la esperaba con los brazos abiertos.
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Nota de Honoka:
Siento raro de escribir de Shinobu y de Rengoku como pareja, en especial por que no soy fan del RenShino.
En fin, no tengo mucho que destacar de este capítulo.
Espero que les haya gustado, recuerden que pueden leer el cómic original en Webtoon, cuídense, tomen agüita, bai.
