(🍒): piruleta ♡ [ renhyuck ]

렌 + 해 = <3

a pesar de la alegre y risueña personalidad de donghyuck se pueden enumerar con los dedos las cosas que le gustan.

la primera sin duda es el verano. no hay nada más agradable que esa calidez de sol cobijando su cuerpo mientras toma una siesta en pleno recreo escolar.

la segunda es los aromas frescos; la menta, la lavanda, la canela, el chicle, el olor a tierra húmeda... aquellos olores le hacen sentir en calma y tranquilidad.

la tercera es cantar mientras mark toca la guitarra. no hay nada mejor que la compañia de aquella agradable melodía que producen las cuerdas a ser rasgadas delicadamente por las manos llenas de callos de min acompañando su dulce voz en suspiros convertidos en melodías.

y la cuarta son las cosas dulces. siempre ha dicho que tiene un paladar extremadamente sensible a los diferentes sabores y por eso los dulces son su comida favorita. jaemin dice que solo es un glotón.

mientras la piruleta de naranja se derrite en su boca puede escuchar la canción que toca mark llevarse las voces ruidosas de sus compañeros durante el receso y con aquello lograr descansar un poco.

claro que no contaba con que un balón golpearía la cara del canadiense haciéndole gritar y en consecuencia sobre saltarse él también.

rápidamente busca con la mirada al responsable de que su maravilloso descanso sea interrumpido y lo encuentra rápidamente. un chico —de unos 15 años tal vez— los mira con pánico antes de acercarse a ellos.

— ¡hey! ¿estás bien? —le pregunta a mark mientras toma de regreso la pelota. — lo siento, no nos dimos cuenta que habían personas tan cerca.

— ¡¿acaso son ciegos?! —y finalmente en ese momento estalla hyuck. — si van a jugar con su estúpida pelota al menos que sea en la estúpida casa de su abu-

— está bien, no fue realmente grave. —le interrumpe mark mientras le tapa la boca con la mano. — no venía con tanta fuerza, fue más el susto. —explica con una ligera risa al final.

gracias al canadiense el ambiente se tranquiliza —no tanto por parte del moreno que sigue murmurando como todos son unos idiotas y deberían perderse de ese lugar—.

— de verdad lo siento mucho. —se disculpa una vez más el pelinegro. — soy zhong chenle, voy en 9no grado.

— mark, voy en último grado junto a éste escandaloso. —se presenta y también presenta a su amigo que se limita a mirar al menor de mala gana.

— ¿quieren un refresco para la sed? yo invito. —ofrece señalando con su cabeza hacía la cafetería. — pueden tomarlo como mi disculpa.

— me parece perfecto. —exclama hyuck poniéndose de pie.

— ¿siempre es así? —pregunta zhong mirando al lee menor.

mark suelta una risa enternecida mientras asiente, ambos yendo detrás del moreno que camina con su mochila a punto de caer.

en medio del bullicio adolescente y el agotador calor se dirigen a la cafetería pero desvían del camino hacía los pasillos del instituto porque chenle les dice que debe ir a buscar el dinero primero.

al final llegan a una de las esquinas del colegio que suele permanecer sola y más fresca gracias a la sombra y a las rejas que dejan pasar la brisa.

— renjun-ge! —llama chenle a un chico de cabello negro que juega en su celular. — necesito dinero.

pero cuando un chico delgado que estaba durmiendo sobre el regazo del primero, donghyuck entiende dos cosas. la primera es que el chico en el celular no es el tal renjun y la segunda es que, el que ahora sí está seguro es renjun, puede que sea el chico con la apariencia más angelical que haya visto en toda su vida ¡y eso que se mira al espejo todos los días!.