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- Te gustó ¿verdad? - Sonrió el menor.
- Uhum... - Dijo apenado el mayor.
- Entonces tengamos sexo. - Dijo el menor haciendo que las mejillas de...
Han pasado semanas desde que Chris se ha encontrado a sí mismo observando a un chico.
Y vaya chico en el que se fue a fijar.
Yang Jeongin era un icono sexual en su colegio, era realmente popular al tener una figura curvilínea y una cara de ángel tan perfecta.
No era extraño que Chris estuviera suspirando por el, pero apenas y este pasaba por un lado de el se volvia lo más torpe del mundo.
Titubeante y tembloroso, con sus ojos parpadeando demasiadas veces y su vergüenza escalando a niveles pandemicos cuando la mirada de el menor se cruzaba con la suya.
Era un chico demasiado tímido, apenas y podía caminar entre los pasillos sin llamar la atención por su mala suerte de tropezarse con lo que sea.
El sabía que ser tímido le traería problemas, así que desde que estaba en secundaria empezó a ir al gimnasio, en su mente pensaba que si lo veían fuerte no lo molestarían y en parte funcionó.
A veces teniendo que fingir tener cara sería o una expresión de enojo para que nadie le hablara, cuando por dentro estaba que se cagaba de miedo.
Era un chico bastante normal.
Jeongin iba caminando por el pasillo para ir a su siguiente clase, Chris se pego a los casilleros viéndole sin un gramo de querer disimular, vio como el menor entrelazó miradas con el pero rápidamente le ignoro.
No era extraño que le vieran, algo de todos los días para Yang.
Chris realmente se preguntaba si algún día podría hablar con el.
Aunque se reía ante la idea, ya que seguramente haría algo torpe arruinando todo.
¿O no?
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Tenía está historia en mis borradores, pero por fin decidí sacarla <3
