Kakucho cargó a su hija con el peluche y fue a pasos rápidos a la habitación, mientras la cambiaba de pañal y un vestido de rosa pastel.

Comenzó a pensar, ¿realmente estaba siendo un buen padre?

Y sus pensamientos con respecto a su hija lo volvían muy inseguro, ¿y si la envió a un orfanato?, sacudió su cabeza por ser tan idiota al pensar eso.

El quería una hija de su sangre, perdió a Merida por esto, no podía solo abandonarla.. no podía.

- ¡dada! - soltó la bebé mientras señalaba su juguete. - ¡lujete!

- Cariño, no puedes llevar ese juguete.. - dijo tratando que la menor lo comprendiera.

Pero dios santo, la bebé realmente quiere ese juguete, lo quiere ahora. Si no le das ese bendito juguete podría su llanto ser escuchado a otro planeta.

Por lo tanto, cuándo kakucho vio los ojos llorosos de su hija y un leve puchero dando entender que iba llorar, fue al peluche rápidamente y se lo entregó.

- gladias. - dijo mientras la lagrimita resbalaba por la mejilla y presionaba el corazón.

- ¡Kakucho rápido, el coche nos espera! - escuchó gritar mikey desde abajo.

El pelinegro se puso el portabebes, era uno negro por muchas razones, lo que ellos eran en la mansión era totalmente diferente afuera.

Puso a "___" en el portabebes, agarró la mochila de cosas importantes para la bebé, leche en polvo, un biberón, pañales, juguetes, talco y toallitas.

Corrió abajo, todos sonrieron burlonamente al ver la pequeña con un vestido rosado mientras llevaba el juguete que tanto odiaban, se veía jodidamente tierna pero su padre era totalmente otro caso.

- Por dios, solo vamonos. - dijo avergonzado dando la mochila a koko, quién lo sostuvo en sus brazos sin pensarlo.

- ¡Hey! ¡no quiero llevar la mochila! - gritó koko mientras se lo daba a los Haitani's, estos casi dejan caer la mochila con las cosas.

- Mierda Haitani's, van a derramar la leche en polvo, háganlo bien. - gruño sanzu mientras agarraba la mochila y se lo devolvía a los Haitani's.

- Nos vamos a ver totalmente ridículos con esto, ¡no quiero! - protestó dándole a sanzu la mochila.

Simplemente un maldito caso por la mochila, al final takeomi lo llevó.

En camino al edificio, "___" presionó el corazón del conejo y sonó esas palabras, "___" río y lo volvió apretar.

- Cariño, no hagas eso.. - pidió cansado kakucho mientras quitaba sus manos en el muñeco.

- ¡kasjka! - chilló "___" dando un suave manotazo a la mano de kakucho.

- "___", te estoy diciendo que no hagas eso. - pusó voz firme kakucho llevando un chupon de conejo a la boca de la menor.

- Voy a tirar ese maldito juguete si no para de presionar el corazón. - advirtió ran mirando fijamente el peluche.

- Tú eres el culpable de todo esto. - mumuró con fastidio sanzu.

𝐋a 𝐇ija 𝐃e 𝐊akucho. [𝐁onten]Where stories live. Discover now