Capítulo 1: Tarde

48 22 4
                                    

Me encuentro plácidamente dormida cuando siento una leve vibración a mi lado, bajo mi mano que reposaba tranquilamente junto a mi cara y me remuevo adormilada.

Miro mi celular con pereza mientras este vibra sin parar y en cuanto leo de quien es la llamada me levanto rápidamente.

Oh, no, no, no. Mierda.

Atiendo antes de que se corte y me pongo de pie rápidamente. Ni siquiera me molesto en ponerme las pantuflas.

-Hola Abbie, sé que es tarde pero me he quedado dormida ¡lo siento! Adelántate al insti ¿si? Llego el 10.

Le digo desesperada en mi pequeña crisis porque llegaré tarde.

Ella no suena molesta ni nada así, con un tono lleno de gracia me dice:

-Está bien, avísame en cuanto llegues.- y cuelga

Abbie es mi mejor amiga desde primaria, la adoro demasiado y siempre nos hemos apoyado en todo.

Mi círculo de amigos es muy reducido, no soporto a todo el mundo. Aunque siempre intento ser amable. Mi madre no me crió para ser una mal educada.

Sé que en este momento pensarán que soy una irresponsable que no es capaz de levantarse temprano. Verán, me he levantado esta mañana a las 5 am para ir al instituto a las 7 y entrar a las 7:30. Sólo que la noche anterior me desvelé haciendo unos deberes que olvidé hacer por la tarde -siempre despistada-

El punto es que si me levanté, pero en cuanto sonó la alarma estaba muy cansada así que decidí dormir otros cinco minutos... Que se extendieron hasta ser dos horas.

Dejo mis pensamientos aún lado y lanzo el celular a la cama. No sé cómo, pero logré tomar una ducha rápida, cepillar mis dientes, alistarme y hacer que mi pelo luzca algo decente en unos 15 minutos.

Bajo las escaleras de casa a toda velocidad y vi a mamá en la entrada a la cocina.

-El desayuno está listo.- me informa mientras se llevaba la taza humeante con café a los labios.

Umh, café...

¡Concéntrate, Maya!

-¡No tengo tiempo!- le respondo mientras rebusco el mi bolso las llaves para abrir la puerta de la entrada.

-¿Te quedaste dormida? ¿Estás bien?- me preguntó, con evidente gracia en su voz.

No es normal que yo me quede dormida o llegue tarde al instituto. Suelo ser puntual y responsable con estas cosas.

A diferencia de mí, mamá es muy despreocupada, deja todo para último momento -si es que hace las cosas-

En eso se parece mucho a Alba, mi hermana. Quien por cierto, hoy tiene clases dos horas después que yo.

La suertuda esa...

-Ya me voy ¡adiós!

-¡Pórtate bien!- escucho que dice mamá antes de cerrar la puerta y caminar lo más rápido posible.

(***)

Mi respiración está acelerada, mis mejillas rojas y siento el sudor correr por mi frente. Además mis piernas duelen un infierno y no paran de temblar.

No estoy en forma.

Sigo corriendo a pesar del dolor de vida que tengo por tanto agite hasta que después de mostrar mi carnet al vigilante en la puerta, al gin ingresé a la institución.

Me detengo un poco y camino a pasos lentos hacia mi mejor amiga Abbie que se encuentra en el patio.

-Me he quedado dormida.- informo a los presentes.

10 Razones Para Decirte 'Sí'Donde viven las historias. Descúbrelo ahora