la venganza es dulce

Pervertido y tierno a la vez

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   Maldito el momento en que pensé que caminar bajo la lluvia no tendría consecuencias, eran las 4:00 A.M y yo sentía que moría, todo mi cuerpo dolía de tal forma que llegue a pensar que me había desmayado en algún momento y me había apaleado y por contemplación hacia mi me habían dejado en mi habitación, sobre mi cama, mi nariz escurría fluidos indeseables y mis ojos lagrimeaban  sin cesar, estaba resfriada, eso era obvio, con dificultad me senté en la cama para beber agua ya que mi garganta dolía por la irritación de mis vías respiratorias, como deseaba que mamá estuviese cuidando de mi, ¿A quien trato de engañar?, ella nunca cuido de mi, la persona que hizo de mi madre estaba lejos, supongo que en alguna parte de México sirviendo ricos tacos para sus nietos. Saque el termómetro de mi boca, 39· y dos rayitas, un poquito mas y podía hacerle competencia al sol.

PDV de Justin

   8:30, y no hubo necesidad de ver el reloj para saberlo, hace 5 minutos ya lo había echo por lo que deduje la hora, no tenia sueño, la verdad es que lo había perdido hace bastantes horas ya que ayer al irse Summer sin despedirse no me quedo otra que conducir hasta mi hogar, ducharme y dormir, porque no tenia nada mas interesante que hacer, así  que sumado las horas que dormí ayer mas las de hoy probablemente sería 14 horas de sueño.

   Talle mi rostro con fuerza y bostece unas cuantas veces, debía alistarme para ir a la universidad, ¿a quien trato de engañar? Mi único interés por ir es para verla a ella. Me puse de pie y camine hasta al baño para hacer mis necesidades.

   Después de estar totalmente listo, hice una rápida parada en un café comprando mi desayuno y el de Summer, porque haría de eso una rutina, tomando la comida me adentre al auto y conduje hasta la universidad y aparcando el auto en uno de los puestos que por desgracia quedaban mas alejados salí con rapidez deslizándome hasta la entrada. Por lo que pude ver Summer aun no había llegado, su auto no estaba en el estacionamiento y ni rastros de ella en la cafetería, ya era hora de entrar y ni rastros de ella.

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Arrastrando mi cuerpo con dificultad y dolor baje hasta la cocina por agua y un poco de desayuno ya que lo único que llevaba en el estomago era el tea que me había preparado al despertar, lo demás lo había vomitado, todo había sido expulsado por mi boca directo a el escusado. El agua refresco mi seca e irritada garganta, bien, por mas que tratara de pasar algo por mi garganta no podría, estaba sensible y la idea de que otra vez mi estomago devuelva la comida no me sentaba en nada, decline al desayuno y de nuevo subí a mi habitación. Estando arriba oí mi teléfono pitar en alguna parte, y tanteando a duras penas lo encontré sobre mi almohada, con dificultad conteste.

-¿Bueno?- musite. Mi voz era irreconocible debido a la nariz tapada y la garganta adolorida.

-¿Summer eres tu?- ese era David sin duda alguna.

-Esa misma- respondí, sonreí de lado.

-¿Qué te pasa?, ¿Por qué te escuchas así de ronca?- su preocupación era evidente.

-Amanecí resfriada David, tuve un encuentro con la lluvia de lo cual no salí nada bien- musite divertida, pude escuchar su risa.

-¿Quieres que vaya a cuidarte?-apreté el teléfono sin fuerzas.

-No, tú quédate a ver clases, recuerda que si faltas reconsideraran quitarte la beca- un suspiro se escucho- no te preocupes que me pondré bien.