-Hey campeón, tanto como mamá y nosotros tus padres cuidaremos de ti y tu hermana, duerme mi pequeño- Rindou susurro, mientras cargaba a Riku.

Los mellizos después de días sin poder dormir bien, al fin pudieron quedar completamente dormidos.

No podía despegar mi mirada de esa escena, aunque lo intentaba no podía, era tristemente hermosa.

No puedo mentirle a mi corazón, aún los sigo amando como la primera vez, nadie podra ocupar ese espacio que ellos ocuparon dentro de mi corazón, tal vez si los Haitani no hubieran vuelto aparecer hubiera podido olvidarlos, o talvez no, mi orgullo me impide poder perdonarlos, me usaron y se fueron, luego aparecen como si nada hubiera pasado, no se como sentirme.

Hubiéramos sido una gran famila....lástima que eso solo sucederá en mis sueños, si acepte que ustedes estén cerca de mis hijos es por que ellos los necesitan.

Camine a pasos silenciosos hacía la puerta, quería dejar a los Haitani solos para que se relacionen mejor con sus hijos.

-¿Puedes quedarte? Por favor- Rindou me sujeto de la muñeca ¿En que momento fue que llegó a mi lado? Ni siquiera sentí cuándo se levantó del mueble.

Con una mano me sujetaba la muñeca y en la otra tenía cargando a un Riku profundamente dormido.

Levante mi mirada y choque con la profunda mirada de Rindou.

Aparte mi mirada, pero al hacerlo mis ojos chocaron con los de Ran, el me estaba mirando atentamente esperando una respuesta al igual que Rindou.

¿Por qué insistían en que me quedará?

-Bien, me quedaré, pero solo será para hablar sobre los horarios que tendrán para que vengan a visitar a los mellizos- camine de regreso volviéndome a sentar en el mueble.

Rindou al igual que yo se sentó junto a Ran, los dos hermanos me miraban atentamente.

-Pueden venir cuándo quieran a ver a sus hijos, si quieren llevarlos a algún lado a pasear pueden hacerlo, pero yo iré con ustedes- no dijeron ninguna palabra así que seguí -Sobre la pensión, no quiero que me den dinero, pero si se harán responsables sobre las necesidades de los mellizos como comprar pañales, leche en polvo, pañitos húmedos entre otras cosas, si tienen algo que decir pueden hablar-

-No tengo nada que decir- Dijo Ran -Estamos de acuerdo en todo, se que la conversación se acaba aquí, pero no te vayas-

-¿A que están jugando esta vez? No lo entiendo, no estoy prohibiendo que vean a sus hijos ¿Entonces que más buscan de mí?-

-Se que ya no formamos nada en tu vida, pero no sé cómo hacerle entender a mi corazón que esto se acabó, cada vez que te veo empieza a latir fuertemente, lo único que quiero es envolverme en tus brazos- Rindou al terminar de hablar esquivó la mirada, no se atrevía a verme.

¿Como te explicó que yo también me siento igual? ¿Como es que terminamos así? Hace unos dos años atrás éramos felices amandonos, teníamos muchas promesas y sueños, pero ahora sólo es un recuerdo doloroso.

El cuarto volvió a quedar en silencio, los tres teniamos tantas cosas por decir, pero ningún se atrevió hablar, tal vez por que éramos cobardes o simplemente el miedo nos dominó.

Cerré mis ojos por un "momento", al abrirlos me di cuenta que me había quedado dormida, a mis costados se encontraban Rindou y Ran ambos apoyaban su cabeza en mi hombro, estaban profundamente dormidos.

Era como los viejos tiempos.

Con fuerza de voluntad me separe de ellos, aún los Haitani agarraban a los mellizos dormidos, intenté cargarlos pero incluso en sus sueños agarraban fuertemente a Reiko y Riku para que no se cayeran.

𝐒𝐎𝐘 𝐁𝐄𝐓𝐀 | 𝐇𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨𝐬 𝐇𝐚𝐢𝐭𝐚𝐧𝐢Where stories live. Discover now