Capitulo 38: ¿Por que?

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-¿Se encuentra bien? –Una le pregunto preocupada



-No –respondió mientras salía del ascensor y pasaba junto a ellas, caminando en dirección a la puerta del fondo, a la habitación.



Le quedaban tan solo dos pasos, cuando esta se abrió, freno en seco y se quedo mirando a aquel hombre que apareció ante ella.



-¿No vas a entrar? –Kevin abrió la puerta ofreciéndole paso –Tenemos mucho de qué hablar



 

-Yo solo tengo un asunto que tratar contigo –Mireya respondió de forma seca



-Por algo se empieza –el hizo una mueca y se aparto para que entrara, Mireya avanzo, decidida, con la mirada al frente y la barbilla en alto.  



 

Apretó los labios al oír la puerta cerrarse, observo a su alrededor, una habitación digna del señor Kevin Jules.



 

-¿Quieres tomar algo? –Kevin camino hacia el mini bar y comenzó a servirse una copa



 

-Vayamos al grano –Mireya entrecerró los ojos mirándola –Retira la denuncia



 

-No –y él respondió sonriendo –No me has preguntado cómo me encuentro –alzo una mano señalando su propio rostro. Un moratón cruzaba su pómulo, una cicatriz en su labio y otra en su ceja, un ojo aun estaba algo amoratado –Han pasado tres días ¿y ahora vienes?



 

-El como te encuentres a mi me importa una mierda –Quiso ser menos brusca pero no lo logro, respiro profundamente tratando de tranquilizarse





 

-Pero si te importa cómo se encuentre Mark Cardoni –Respondió mientras caminaba con la copa en su mano, se sentó en uno de los sillones –Bien, retirare la denuncia, si me escuchas.



 

Mireya apretó la mandíbula, tardo varios segundos en reaccionar, finalmente tomo asiento frente a él y lo miro a los ojos, extendió la mano haciendo una mueca, como dándole permiso para hablar.



 

-Pensé que sería más difícil –La observo con cierta molestia –Pero pareces dispuesta a pasar por todo por el –siguió observándola y al no ver respuesta suspiro –Me muero



 

Todo quedo en silencio, solo se escuchaba el golpeteo del hielo contra el cristal, al mover el su copa.



 

-¿Has oído lo que te he dicho Mireya? Me estoy muriendo –Kevin la miro a los ojos –Tengo cáncer, en estado avanzado.



 

-¿Debo sentir lástima? –Respondió de forma fría, aunque algo dentro de ella se había encogido al oírle.



 

-Supongo que no –el rio levemente, después volvió a ponerse serio -¿Sabes eso que dicen de que cuando te mueres recuerdas todo lo malo que has hecho?



 

-Dudo que tú puedas recordarlo todo –Mireya respondió mirando hacia otro lado



-No, todo no –bajo la vista a su copa –Pero lo que te hice a ti, eso no lo pude borrar de mi cabeza. Nunca.

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