三: あの毛利 の 物語 。

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Y estaba en lo cierto, él no había terminado de hablar.

---Deberás encontrar la salida... en una semana ---aquello la tomó por sorpresa, ¿qué se suponía que haría durante tanto tiempo? La respuesta llegó sola---. Mientras tanto, deberás internarte hasta el fondo del bosque, justo donde se encuentra el hombre por el cual entraste a este lugar. Si lo encuentras a él antes de que yo te encuentre a ti los dejaré ir a ambos... pero si te encuentro primero y me ves... nunca saldrás de aquí ---la frecuencia oscura daba el grado de la seriedad con la que hablaba.

---Eso es imposible... ---se atrevió a decir---, no tengo comida, además... no importa cuanto corra, eventualmente me encontraría. Si lo que desea es mi vida, aquí la tiene pero por favor déjelos ir ---suplicó aun sabiendo que no surtiría efecto.

---¡Idiota! ---resopló con evidente cansancio--- ¿Qué de divertido tendría eso? Hay lugares aquí donde no tengo poder, lugares donde viven ciertos... ---el ser pareció dudar sobre cómo clasificar a las otras criaturas de las que hablaba--- individuos, si acudes a alguno de ellos puede que quizás te ayude, puede que no, supongo que deberás intentarlo. El más cercano vive en un lago que se encuentra a dos horas de aquí en dirección norte, y el que le sigue ya tendrás que averiguarlo por tu cuenta.

Hanagaki asintió repetidas veces.

Aquel desconocido comenzó a arrastrarse para retirarse cuando de pronto se detuvo.

---¿Sabes qué? Hoy me siento especialmente amable, dejaré al intruso marcharse. Del mocoso tú te encargarás de liberarlo. Ahora cuenta hasta diez, entonces podrás salir.

Sin saber si estaba hablando en serio sobre lo que respectaba al joven policía, no podía entrar en regocijo. Así que respiró profundo e llevó a cabo las indicaciones.

En cuanto transcurrieron los diez segundos salió, el tiempo empezaba a correr...

"¡El Norte!" ---repitió para sus adentros dándose cuenta al instante que su teléfono no tenía cobertura, pero recordó al instante las acampadas que hacía junto a él... las recordó.

"---Recuerda Takemichi ---le dijo estando los dos recostados a los pies de un árbol---, debes observar a dónde crece el musgo, eso te permitirá orientarte si alguna vez te pierdes."

"---De acuerdo peeero~ ---alargó la palabra a propósito y luego se recostó en su hombro--- sé que tú siempre estarás ahí para evitar que me pierda."

Él la imitó y sostuvo su mano.

"---Dalo por seguro."

Quién iba a imaginar que solamente dos semanas después...

Ella golpeó su rostro de forma leve para evitar recordar, no necesitaba tener el ánimo por el piso durante una situación que conllevaba tan grande peligro... y siempre quedaba la posible opción de que se volvieran a encontrar más pronto de lo que pensaban.

Sabía que le recriminaría si la oyera pensar tales cosas pero... ¿podía evitarlo acaso?

Daba igual, no podía pensar sólo en ella, debía seguir por un chico cuya hermana espera llorando a que regrese.

Presente 10:00 pm

"Hice tal y como recordaba, ¿por qué no puedo hayar el lugar? Esa cosa estará aquí en cualquier momento."

Haciendo un esfuerzo impensable levantó las partes menos cansadas (sus brazos) y se levantó.

Avanzaba a la mayor velocidad que le permitían sus desgastadas piernas, una de las sandalias que traía se había roto y su piel estaba cubierto por raspones. Pasado cierto tiempo comenzó a apoyarse en los troncos sintiendo la dura corteza reparle en las manos. Hasta que al apoyarse a cierto árbol... notó otra cosa que no era corteza...

Dentro del bosque Donde viven las historias. Descúbrelo ahora