La prueba.

1.1K 134 39
                                    

POV'S LILITH.

El día de la prueba había llegado, por nervios no quería comer nada en el desayuno pero mis hermanos me dijeron que si quería tener energía debía hacerlo.

Durante las clases del primer periodo no podía concentrarme mucho ya que solo estaba repasando los ejercicios que tendría que hacer y cuando sonó la campana que indicaba el final de la clase de los nervios sentí ganas de vomitar.

-Señorita Grindelwald.

-¿Si profesor Lupin?

-¿Podría acercarse un momento?

-Claro –Guardé mis cosas y me acerqué con él.

-Me enteré que hoy tiene su prueba de valoramiento físico.

-Así es profesor.

-Me tomé la libertad de hacerle un pequeño regalo –Del cajón de su escritorio sacó una barra de chocolate Wonka –Espero que le vaya muy bien en su prueba señorita Grindelwald –Me la extendió y me sonrió.

-Muchas gracias profesor –La tomé y salí del salón directo a las mazmorras para cambiarme el uniforme y mientras caminaba noté que la barra tenía una nota y la leí.

"Suerte señorita Grindelwald, un mordisco a la barra después de cada prueba la ayudará a mantener la energía alta"

Sonreí para mí y luego de cambiarme, en la mochila dónde llevaba el resto de mis cosas metí también la barra de chocolate.

Llegue diez minutos antes al primer circuito de la prueba, como era de velocidad fui a la pista que estaba alrededor de la cancha de futbol, comencé a calentar un poco y tiempo después llegó Cedric.

-¿Lista?

-Sí.

-Bien, te ayudaré a calentar un poco más.

Poco a poco todos los que presentarían la prueba fueron llegando y me emocioné al ver llegar a mis hermanos y ver que se sentaron en la gradas.

-Espera, ¿Por qué todos los que presentan la prueba son niños?

-Porque esto se debe hacer en los primeros años.

-Ahora me siento tonta.

-Tranquila, estarás bien.

Los evaluadores llegaron junto con Umbridge y las pruebas comenzaron.

Primero fueron las de velocidad, después tuvimos que dirigirnos al auditorio de gimnasia para hacer las pruebas de brazo, abdomen y pierna; por último terminamos en el complejo de albercas y para ese punto ya estaba un tanto agotada, llevaba alrededor de dos horas haciendo pruebas sin parar y mi barra de chocolate ya casi se terminaba.

-¿Estás bien? –Me preguntó Tom mientras se acercaba a donde estaba.

-Ya estoy muy cansada, no estoy segura de poder terminar las pruebas.

-Escúchame bien, eres una Shelby, puedes con esto y más ¿Entendido?

-¿Y si no lo logro?

-¿Alguna vez no has logrado algo? Yo sé que podrás.

-Está bien.

-Ya es lo último, no te rindas.

-Gracias hermano.

-Cuando salgas de la alberca mira hacia las gradas ¿Okey?

-¿Por qué?

-Tu solo hazlo.

-Bien.

Él se regresó con mis hermanos y Cedric me avisó que era mi turno.

-Hazlo como lo practicamos y estarás bien.

La quinta Shelby.  Libro 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora