aquel cielo ;; cakehurty oneshot

parte única

Tooth Hurty siempre fue una persona insegura; se arrepentía de muchas cosas, y aquello le impedía formar lazos con otras personas. Le aterraba la idea de sentirse segura con alguien, y que esta luego la abandonara. Había perdido la cuenta de las veces en las que alguien se aprovechó de su confianza para manipularla y luego abandonarla como si nada hubiera pasado.

Aunque, incluso con todas esos horribles recuerdos, aquellos miedos que sentía que no debería abandonar, esas inseguridades, nunca se arrepentiría de haber conocido a la persona que estaba a su lado en ese preciso instante.

Una joven de cabello níveo y un mechón oscuro, alta, y con un corazón de oro que captó su atención desde el momento en que la vió por primera vez. Ambas se conocieron cuando solo eran unas niñas que estudiaban en la misma escuela, sus salones justo al lado del de la otra. A veces Tooth Hurty se preguntaba qué hubiera sido de sus vidas si la más alta no hubiera intentado hacerse su amiga; ambas siempre pensaban que definitivamente no serían tan felices como lo son ahora.

Apenas comenzaron aquella amistad, no volvieron a separarse de la otra, simplemente sentían como si la otra fuera algo similar a una extensión de sus propias emociones, como si haberse conocido hubiera sido algo predestinado.

En ocasiones, la joven de mechón oscuro llevaba a Tooth Hurty a lugares tan hermosos, jardines, lejos de toda la gente. Lugares donde ambas finalmente podían sentirse en paz en compañía de la otra. Momentos en los que podían escapar del resto de la gente, de las molestias que implicaba vivir en una ciudad tan ruidosa como la que debían soportar.

Un día, la joven de mechón oscuro dijo a su mejor amiga que quería llevarla a un lugar aún más hermoso que los que ambas han visitado juntas. ¿La razón? Que aquel día era un día especial para ambas.

Después de terminar de arreglarse, subieron al auto de Obsequious, y la mayor comenzó el largo viaje a aquel lugar aparentemente desconocido para Tooth Hurty.

Eventualmente, la menor se quedó dormida en su asiento. Horas después, fue despertada por su mejor amiga, que estaba moviéndola por su hombro en un intento de hacer que despertase.

"Hey..." La joven de cabello color lavanda finalmente oyó su voz y abrió los ojos, observando el rostro de su amiga. "Por fin, pensé que estabas inconsciente o algo, me asustaste..." La mayor bromeó, soltando una risita que causó unas cuántas mariposas revolotear por el estómago de la recién despierta. "Llegamos hace una hora y media. Pensé que estabas cansada así que te dejé dormir algo más. Y... bueno, ¿Quieres bajar?" Tooth Hurty juraba que vió un pequeño sonrojo en las mejillas de su amiga.

"Ah... sí. Y una pregunta." La joven de cabellos lavanda comenzó. "Dónde estamos?"

La mayor soltó otra risita. "Está cerca de aquí. No podemos llegar ahí en el auto, espero que no te moleste caminar ahora." Ayudó a bajar a su amiga y comenzaron a caminar hasta el lugar que Obsequious había mencionado.

Varios minutos después, la de cabellos lavanda comenzó a darse cuenta de que se estaban alejando bastante del camino desde donde comenzaron a caminar, notando también que el cielo comenzó a oscurecerse. Pensó en la peor situación posible, que todo esto fue una trampa para hacerla desaparecer, quizás hacerle daño, quizás aquel lugar tan hermoso que Obsequious había prometido había sido una mentira, hecha para finalmente abandonarla por siempre.

La mayor notó que Tooth Hurty se había quedado quieta, y se dió cuenta de sus sollozos.

En un intento de calmarla, puso su mano en su hombro. Viendo que aquello no causó algo de calma pasar por la mente de la menor, colocó esa misma mano en la mejilla de su amiga, acariciando su rostro, intentando limpiar sus lágrimas.