Error || TaeGyu

01 || Error

Siempre estaba del mismo modo. Su cabello largo hasta los hombros y cubriendo sus ojos grandes, un cubrebocas negro. Su vestimenta igual, del mismo modo. Una camisa negra de mangas largas, un chaleco elegante negro, un cinturon ancho de doble ojal contorneando su cintura, unos pantalones cargo y unas botas combat negras. Siempre con un revólver de alto calibre.

Nunca dejaba a luz su verdadera identidad. Siempre lo llamaba Lynx. Una especie que fue nombrada extinta hace años pero seguía paseando libremente, todos sabían que estaba vivo pero aún así lo nombraban extinto.

¿Quién iba a sospechar de que él era Choi BeomGyu? El mismo Choi BeomGyu que trabajaba en una humilde tienda de costurería a las afueras de Daegu. Un BeomGyu que usaba abrigos largos, su cabello sujetado con una cola y mostrando sus ojos negros brillantes y dulces. Siempre con una sonrisa y llevandose bien con todos.

¿Cómo iba a ser el mismo? Era imposible. Lynx estaba extinto.

Unos consistentes golpes en la puerta lo hizo girarse. ㅡ Jefe, ya despertó. ㅡ Se escuchó la voz del asistente de BeomGyu.

ㅡ Dejenlo en la habitación del sur. Número siete. ㅡ Respondió mientras abría la carga del revólver y la recargaba. No iba a dudar en dispararle sólo como prueba de que lo mataría, le iba a dar en una zona que sabría que no moriría.

Lee Myung Do se las iba a pagar. Se atrevió a meterse en su vínculo a pesar de que alguien que entraba no salía. Se atrevió a robarle una fuerte cantidad de dinero que le iba a servir para uno de los negocios más fuertes que podría tener, estaba jodido. Sabía que ese dinero ya habría sido usado y no se lo iba a pagar, pero desquitarse era inevitable.

A pasos pesados empezó a caminar hacia la habitación aislada, deseoso de empezar a torturarlo. Una de sus manos echa puño y la otra sujetando firmemente su arma.

Entró a la sala, pudo ver a cuatro de sus hombres en cada esquina, uno de ellos con sus brazos cruzados de pié frente al chico con un saco en su cabeza.

ㅡ Espero que haberte dejado a cargo diera resultados, Dae. ㅡ Habló BeomGyu hacia el tipo parado en medio.

ㅡ Claro que sí, jefe. Seguimos sus indicaciones al pie de la letra. ㅡ Respondió sin verlo, sus brazos cruzados en su pecho. No tenía permitido ver a su jefe a menos que él se lo pida. Quien intentara hacer contacto visual tenía asegurada una bala recorriendo su frente.

BeomGyu camino lentamente hacia el chico, sus pasos se escuchaban fuerte, haciendo que TaeHyun se sintiera levemente intimidado, aún no volvía en sí mismo. No sabía que estaba pasando pero debía mantener la calma, él nunca había hecho algo malo, seguramente era un secuestro exprés.

El imponente chico tomó el saco y lo jaló con fuerza, TaeHyun sintiendo cómo la tela del saco raspaba sus mejillas y removía sus cabellos castaños. Se vió a sí mismo en un cuarto oscuro, con varios hombres a su alrededor y una chica imponente delante suyo. El rostro de BeomGyu se endureció y se giró con fuerza, empuñando su arma y apuntando directamente hacia Dae.

ㅡ ¿¡A quién mierda me trajiste!? ㅡ Preguntó duramente, TaeHyun sintiendo que había caído en el peor lugar posible. El chico -que recién se había dado cuenta que era hombre- se había enojado y podía ver cómo estaba en posición de ataque, su brazo estirado con un arma al final.

TaeHyun entendió, él no era a quien buscaban. Se equivocaron, quizás podrían liberarlo... Su boca estaba amordazada al igual que sus manos y piernas.

ㅡ A Lee Myung Do. ㅡ Kang abrió sus ojos, que se suponía que estaba pasando.

ㅡ ¿¡Me crees idiota!? ¡Este estúpido no es Myung! ㅡ TaeHyun se ofendió, si tenía que decirle estúpido era al tipo que no trajo. Él no era culpable de nada.