He de seguirle el juego?

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Inició el invierno, lo cual implica lluvias y frío, mucho frío. Gracias a ello iba camino al colegio envuelto en ropa de invierno, excepto por mi cuello, no llevaba bufanda. Supongo que la perdí, porque no la he visto desde el invierno pasado...y con un paraguas en mi mano derecha, preparado para atravesar la puerta. Nunca soporté el frío.
Revisé por última vez si es que no me faltaba nada, lo más importante, las llaves de mi casa.
Miyagi saldrá hoy durante todo un día y yo quedaré solo...si se me quedan no podría entrar y tendría que esperar a mi hermano, no soportaría un minuto adicional con el frío que hace...además sería vergonzoso que se me perdieran...Ya estoy un poco grande para perder todo.

Mientras caminaba, iba normalmente hundido en mis pensamientos cuando escucho a cierta persona decir mi nombre. Detuve el paso, voltié un poco hacia atrás -tomando en cuenta mi casi nula movilidad gracias a todas las capas de ropa encima- y veo a Oda saludandome al darse cuenta de que lo miré. Es un chico perfecto...en el sentido de buena persona. No confundamos las cosas.
Se acercó trotando hacia mí, mientras que yo esperaba que se acercara. No queda de otra.
—Buenos días, Takarai— Lo dice con tan buena cara...además de su normal sonrisa.
—Buenas—
—Hace bastante frío hoy— Permíteme decirte que ya me di cuenta. Aunque sigo siendo el más friolento acá. Comenzamos a caminar para proseguir con la conversación.
—See, además de que tendré que comprar otra bufanda—
—...¿Es que la perdiste?— Se dio cuenta de que soy despistado supongo.
—Si...pero puedo pasar un día sin bufanda— cuando le miré el rostro sonriendo levemente -en señal de mi evidente descuido- él posó su mano derecha sobre una de mis mejillas. La mantuvo ahí unos 2 segundos y la retiró.
—Tus mejillas estas rosadas y casi congeladas— pareció entre divertido y sorprendido. Para mí fue raro. Nos conocemos hace nada y ya me toca, INCÓMODO.
—...Culpa a la bufanda por perderse— Me excusé, tenía que evitar sentirme extrañado por las acciones de este chico.
—...Eres demasiado friolento, al parecer...— Cuando terminó de decir aquello, detuvo el paso, se sacó la bufanda que él llevaba atada ligeramente al cuello y se paró directamente frente a mí mientras la estiraba. Una vez hizo esto, acercó su rostro a mi cuello y exaló profundamente sobre él, cosa que su respiración fuera lo más cálida posible.
—Mnh!— No pude evitar sentir un escalofrío apenas sentí su exalación tan cerca de mi cuello. Instantáneamente luego de exalar, cubrió mi cuello con su bufanda. Se sentía tan agradable ese calor. Y su bufanda olía a como cuando se acercó a mi cuello. Era un olor dulce, pero suave. No podía ser más adecuado a él.
Después de aquello, seguí en el mismo lugar, parado...algo impactado. Cualquiera.
—ah...¡¡No hagas cosas así tan repentinamente!!, no es normal— Por fin reaccioné, al mismo tiempo que me sonrojé. Lo normal.
—Oh, lo siento, es que vi que tenías frío—
—...De todos modos te dará frío a ti—
—Estoy bien "de todos modos"— Se explicó imitando mi "de todos modos".Tomó el cierre de su chaqueta y lo subió completamente...su chaqueta era de cuello alto. Por supuesto no haría tal cosa si él terminara afectado...al menos yo no.

El resto del camino fue normal dentro de lo que acababa de pasar. Uno que otro tema salía repentinamente, con alguna broma incluída. Fuera de lo que es un día normal para mí...pero me gustó venir tan despreocupadamente a estudiar, hasta se me olvidó que iba de camino al colegio. Me agrada su presencia

Una vez que llegamos a la entrada del colegio, dejamos nuestras cosas en los casilleros, le devolví la bufanda a Oda, nos cambiamos los zapatos y fuimos directo a nuestro salón.
Una vez dentro de la sala...Sentía que todos me estaban mirando. A mí y a Oda.
Miré el rostro de Oda, que estaba revisando su celular. No parecía incómodo. O siquiera haberse dado cuenta.
Fijé mi mirada hacia delante, donde se encontraba mi "amigo de consultas", Kurose.
—Kuro...— llamé su atención y giró instantáneamente hacia mí —, no es por nada pero...por qué siento que me miran?— Me quedó mirando un momento como queriendo decir "en serio no sabes?".
-—Mmm...no es fácil de decir, pero...las chicas te envidian—...no entiendo la razón de esto...y me entró un poco de miedo. -Bueno, chicas y chicos, jaja!- Burlón como siempre.
—Se puede saber el por qué?—
—Bueno, Amagi se le acercó a Oda y la rechazó después de la primera clase, para ir contigo...escuché que te defendió y las chicas creen que te acercas a él demasiado— En cierto sentido puede que sea verdad, pero por favor, no es mi culpa que le caiga bien y ellas no. Si no dieran tanto miedo, no intimidarían al pobre "Oda-kun".
— Ok, gracias, ahora entiendo. Estaré alerta.— agradecí la aclaración y él se volvió hacia adelante. Me parece que copiaba la tarea que no había hecho.
Yo me estiré un poco en mi asiento, tratando de evitar la incomodidad de ser observado, además con odio.
Subí mi brazo hasta la mesa para dejar reposar mi cabeza sobre mi mano. Permanecí un momento observando a Oda...¿Qué les hace pensar que yo podría estar interesado en él?, lo estoy, un poco, pero fui actor pasivo en esto. Tal vez su popularidad, pensarán ellas. No, no podría aprovecharme de tal ternura...digo, que es una ternura de persona en general.
Solté un suspiro, nada leve. Cualquiera al ver esa imagen pensaría que lo amo con locura...no soy como "esas" sentimentales, conste.
En ese mismo instante subió su mirada hacia mí. Debió escuchar el suspiro que accidementalmente emití.
Se quedó mirandome como si buscara describirme.
—¿Qué es lo que buscas?—
— Eh...es que, trataba de buscar algo que me gustara de ti— Cada vez que dice algo incómodo, no se percata...¿es normal decirle algo así a un amigo?, no es que sea tan soltitario, pero cosas de mejores amigos me pueden parecer raras. Cosa mía.
Después de un silencio, prosiguió observando su móvil, hasta que sintió que se acercaban las jovencitas molestosas. No se cansan...
— Oda-kun, pensabamos que sería genial intercambiar números, así que, ¿Qué dices?—
Solo me di vuelta hacia delante, mirando lo que Kurose hacía, a esperar la excusa de Oda para no tener contacto con esas chiquillas. No se salvará de esta.
—Eh...Claro!—...Okay, no había excusa. Parecía encantado de hecho. ¿Qué pasó con el Oda de Ayer?, no es que lo quiera privar de sus amistades pero...¿Me gustaba que se alejara de ellas?, son molestas, siento empatía por él.
— Oda-kun, ¡muchas gracias!, ahora podremos mandarnos mensajes, ¿no es genial?— No quisiera parecer un pesado pero, preferiría mil veces tirar mi celular al agua a recibir sus cursis mensajes. Quizás qué piense Oda. Sonriendoles de la misma forma en que las rechazó el día anterior, ellas simplemente se dejan llevar por los encantos de un chico.

Cuando dieron las 16:15 todos tomaron sus bolsos y mochilas para finalmente irse. Ya me estaba dando sueño el no hacer nada, aunque debería haber prestado algo de atención siquiera. Ni idea de la materia que estamos pasando. Osea, lo que recuerdo es que: Las nubes son millones de gotitas en suspensión. Es bastante interesante saberlo...
Aunque Oda parecía querer acercarse a hablarme, no dejaba de estar rodeado de feminas. Me comenzó a dar un pequeño impulso de ir a "salvarlo", se veía indefenso...pero si él no quiere y prefiere estar ahí...Con esas chicas, que lo...molestan...
Da igual, yo me lo llevo.
Tomé mi bolso bruscamente, algo se cayó en el proceso pero da igual, y me fuí en picada hacia la "muchedumbre". Me detuve justo atrás de Shino, pasé la mano por entre las caderas, faldas o lo que sea y logré dar con la mano de Oda ,para tomarla e irnos de allí.
—Ehh?!, ¿a donde vas, Oda-kun?...tú, Hasegawa, ¡¿a donde te lo llevas?!— Esto temía.
Oda se dió cuenta finalmente de que ya no estaba atrapado allí, además de que teníamos las manos tomadas. Miró nuestras manos y procedió a sonrojarse. Y yo, al ver que se sonrojó, también me sonrojé
—Takarai...que arriesgado— Se rió levemente
—Suéltalo, estabamos conversando— Volvieron a defenderse sin darse cuenta de que estaba incómodo entre ellas.
—Nos tenemos que ir— Solo trataba de hacer tiempo para excusas. O solo irme.
—¿Por qué?— Todas cuestionaron al unisono. Me hacen esto más difícil.
—...si, ¿Por qué?— Oda también preguntándome. No sé si es idiota, muy inocente o lo hace a propósito.
—Pues, por qué...me va a...aclarar cosas de biología— Comencé a sentir un calor mayor subiendo por mis mejillas. No sé si por que temía por mí o por que tendría que explicarle a Oda la razón de...más o menos todo.
—Si, eso mismo, me pidió que le explicara algunas cosas de la materia reciente que no entendía— Apenas Oda dijo eso, todas parecieron entender perfectamente. Depende de quién les hable. Tsk, mujeres.
—Oh, okay, ¡mañana nos vemos!— Todas se despedían con las manos, mientras Oda avanzaba a través de la puerta del salón, tirando de mi mano. En eso se detuvo, tomó ambas manos y me preguntó algo inesperado y creo que hasta fuera de tema.
—¿Quieres venir a mi casa?—

Me molestas, sabes?Where stories live. Discover now