No somos compatibles

1 ~Encuentro Con Los Dixon~

Mi nombre es Kiara y tengo once años, mi cabello es negro y ondulado de las puntas y mis ojos son azules, tengo algunas pecas.

No tengo una infancia feliz, mi madre me abandono cuando tenía seis años, dijo que volvería por mi y se que es una gran mentira.

Mi padre, por la tristeza, encontró consuelo en el alcohol y las drogas. Así que desde los seis años tuve que madurar y aprender muchas cosas.

Él debía tanto dinero al tipo que le vendía la droga, Merle Dixon, así que decidió venderme a uno de sus malditos amigos para pagara deuda.

Eso me enseñó a que no debo de confiar en nadie, ni siquiera en mi familia.

En fin, me harte de todo esto. Asi que escapare de ese maldito gordo.

Guarde todas mis cosas en mi mochila y tomé la navaja automática que tengo, la guarde en mi bolsillo.

Es vieja así que debería de conseguir otra, primero debo de conseguir trabajo.

Me coloque mi sudadera azul que tengo, era de mi madre así que me queda demasiado grande.

Y por ultimo oculte mi cabello en mi gorra de baseball.

Escuche la puerta abrirse, suspiré, me coloque la mochila.

Gordo: Mocosa, una cerveza-Mordí mi mejilla-¡Ahora!

Fui a la cocina y saque del refrigerador una botella con cerveza, es lo único que hay en esta casa.

Me acerque a la sala de estar y le entregue la cerveza.

Gordo: ¿Qué haces con esas mierdas?-Señaló mi mochila.

Kiara: Me largo-Le dije molesta, soltó una carcajada.

Gordo: Ni un carajo, ve a lavar la ropa-Me cruce de brazos-¿Me estas retando, mocosa?

Kiara: Si así lo quieres ver, si-Le dije-Dame las llaves.

Gordo: Ni una mierda-Se levantó-Le pague mucho a tu padre por ti, así que ve a hacer para lo único que sirves.

Kiara: Y eso que te las pedí-Le di una patada en la rodilla.

Gordo: Perra-Ese es su punto más débil, aparte de la entrepierna.

Le quite las llaves de la puerta y corrí hacia ella.

Gordon:  A donde demonios vas-Me sujeto del tobillo-Me parece que tu padre no te enseñó modales.

Levantó su puño saque rápido la navaja y se lo clave en la pierna hasta el fondo.

Cayó a mi lado adolorido, saque la navaja y me levante rápido, sujete rápido mi gorra que se cayó.

Abrí la puerta rápidamente y salí corriendo hacia el bosque.

Gordo: ¡Vuelve aquí, perra!-Seguí corriendo hasta esconderme entre los árboles.

Suspiré cansada, mi respiración está acelerada por la adrenalina.

Mire mis manos con sangre, mierda, no debí de haberlo herido. Pero no tenía otra forma de detenerlo.

Me quite la mochila y saque una botella con agua, lave mis manos y la navaja.

Oculte de nuevo mi cabello con mi gorra de baseball.

Soy buena fingiendo ser niño, es mas seguro.

Seguí caminando por el bosque y tengo mucha hambre, así que espero poder encontrar comida.

Me detuve al ver un conejo, saque mi navaja y se la lance. Al mismo tiempo cayó una flecha sobre el conejo.

Me acerque al conejo, le quite la navaja y la flecha, arroje la flecha lejos y tomé al conejo.