-¡Vivien, no! ¡Lo necesitamos vivo para los exámenes finales!-Bella intenta salvar la vida de Edmund junto a Cassie, que jalaba a Vivien de los pies.

-¡Ahhhhh! ¡Un homicidio, un homicidio! ¡Policiaaaa!-gritaba Brad en tono de anciana asustada.

-¡La policía va en camino!-Will empezó a fingir que manejaba, dando vueltas por toda la habitación-¡Ya casi llego!

-¡Ya maduren, joder!-exclama Tai, grabando lo que pasaba con una sonrisa en el rostro.

Por mi parte, estoy al borde del colapso por tanto reírme.

Admito que los meses han pasado más rápido de lo que me gustaría admitir. Todavía recuerdo el esmero que le ponía a rezar para que estos ocho meses antes de la graduación pasaran tan pero tan rápido que apenas me diera tiempo asimilarlo. Sin embargo, ahora me hubiera gustado que pasaran tan pero tan lento que apenas me diera tiempo asimilar que mis andares con los chicos llegaban a su fin, que mi catastrófica vida como adolescente colgaba de un fino hilo pronto a quebrarse. Una vez que te gradúas de secundaria las cosas comienzan a tomar un rumbo diferente, un rumbo de madurez que te arrastra aunque no quieras, y es entonces cuando la infalible pregunta se formula: ¿Qué haré después de esto? ¿Qué carrera deseo estudiar? ¿A qué universidad voy a aplicar? ¿Qué mierda haré con mi jodida existencia de ahora en adelante?

Y yo, que le daba vuelta a todas las cuestiones de la vida más veces que alguien batiendo una torta, ya se imaginan como iba de agobiada por aquí y por allá. Incluso llegué a pensar que si me iba a otra ciudad, completamente sola y sin una madre que me cocine, terminaría asesinada por algún psicópata que años después tendría su propio documental en HBO.

Si, esta cabeza mía no se detiene por nada del mundo. Bueno, si se detiene por algo de este mundo.

O alguien.

-Meteorito Furioso, ¿Te importaría pensar en lo que harás el resto de tu vida más tarde? Tenemos cosas divertidas que hacer. Nos quedan varios meses para sentarnos a pensar en universidades, departamentos y trabajos de medio tiempo.

-Lo haces sonar sencillo.

-Es sencillo, sólo que tú lo complicas todo.

Chasqueo la lengua.

-Ok, ok, ¿Qué quieres hacer con el corto tiempo que nos queda antes de graduarnos?

Apenas me regaló una sonrisa, supe que su espontaneidad lo tenía todo fríamente calculado. Y fue entonces cuando un montón de cosas empezaron a ocurrir casi en simultáneo, entre esas, que nuestra guerra de hoy estaba ocurriendo un sábado.

Si, un sábado.

Desde mi cumpleaños las cosas han ido mejorando para mi Chico Listo. Decidió aceptar el cambio positivo que el simple hecho de estar vivo le ofrecía, y poco a poco fue haciendo bien las cosas. Empezamos a subir al bus sólo para ir a clases, hecho que sinceramente llenó de orgullo incluso al mismísimo Thomas; también acudió más seguido a las tumbas de su familia, logrando así hablar de ellos sin ese descontento nudo en la garganta y la bomba atómica de culpa que siempre le acompañaba. Les contó a los chicos la verdad sobre su antigua vida tal cual me la contó a mí, y como era de esperar los chicos (incluso Vivien) le mostraron todo el apoyo posible. Ahora cada sábado estábamos con él para que no tuviera chance de pensar en esas pastillas y todo lo que involucraban...funcionaba de maravillas nuestra estrategia. Cuando los chicos no podían reunirse me quedaba a dormir en su casa, y abrazándolo cuál una enredadera, le decía:

Más allá de este mundo (Libro I)Onde histórias criam vida. Descubra agora