No puedo lidiar con el hecho de que Louis está cada vez mayor, imaginen lo difícil que será cuando suceda lo mismo con mi pequeña Destiny.

Destiny.

Amelia no podría haber elegido un mejor nombre.

Realmente creo que toda nuestra vida fue trazada por el destino. Desde que nos conocimos, era como si en el fondo, las dos supiéramos que estábamos hechas para estar juntas. Tal vez por eso siempre trate de odiarla al máximo y permanecer lo más lejos posible. Por temor a toda esa conexión que nos rodeaba.

¡Qué estúpida soy!

¿Cómo podría escapar del amor de mi vida? Siempre volvería a mí de cualquier forma.

Amelia es mi imán.

- Eres tan hermosa, mi pequeña - con delicadeza sostengo sus dedos, tan pequeños y frágiles.

Destiny abre los ojos casi al instante, como si supiera quién soy. Una enorme sonrisa aparece en mi cara, imposible no sonreír al ver aquellos pequeños ojos curiosos. Ella parece tratar de identificar dónde está; mirando a todas partes.

- ¿Tienes hambre? - sabía cómo cuidar un bebé, pero aún así era una completa ignorante con relación al identificar sus necesidades. Mis padres y María siempre me ayudaron en eso cuando cuidaba a Marisol - Hola, mi amor.

Con extremo cuidado la tomo en mis brazos. Es muy difícil tomar a un recién nacido, estás con el miedo de lastimarlo o terminar tirándolo. Son tan pequeños e indefensos. Me pregunto cómo existen monstruos que pueden hacerles daños a estos pequeños ángeles.

Mis ojos están llenos de lágrimas, colocó a Destiny en mi pecho y comienzo a balancearla de un lado a otro. La sonrisa nunca dejando mi rostro, mi corazón acelerado en mi pecho y la respiración baja, casi fallando. Estaba completamente hipnotiza por mi hija. Podría contemplarla para siempre.

Al observarla mejor después de que su rostro parecía menos hinchado, pude ver lo mucho que tenía rasgos de Amelia, bueno, de las dos en realidad.

Ahora mismo diría que estoy completamente enamorada de ella. Si ella crece y se convierte en una mini Amelia no podría controlar mi amor por ella. Sería una tonta por mi hija como lo soy por su madre.

Destiny mueve sus pequeñas manos, apretando mi dedo índice que estaba atrapado en su mano derecha. Ella parecía estar tratando de llamar mi atención.

- Eres tan hermosa, pequeña - susurré de nuevo, sin dejar de balancearla. Nunca dejaría de resaltar la belleza de mi hija.

Destiny oyó mi voz y sus ojos curiosos se centran en mi rostro. No sabía si ella entendería algo o si sabría quien soy. Pero sentí, en aquella mirada, en el fondo lo sabía.

- Eres el mejor regalo que tú madre me pudo haber dado ¿sabías? ¿Sabías eso, mi amor? Eres lo mejor que me ha pasado en la vida desde que descubrí que amaba a mami Amelia y tenía un hijo increíble. ¿Sabías que tienes un hermanito?

Camine hacia la silla en la esquina de la habitación, un poco alejada de la cama donde Amelia estaba durmiendo profundamente. Me senté en silencio, sin querer hacer algún movimiento brusco y terminar tirando a la pequeña en mis brazos. Ella está con sus ojitos centrados en mis rostro, muy abiertos, extremadamente curiosa. Le sonrío, acariciando los pocos cabellos en su cabeza. Destiny abre y cierra la boquita algunas veces, haciendo sonidos bajos.

- Tu madre y yo tenemos una historia muy desordenada, ¿sabes? - ella me estaba mirando fijamente - La odiaba, ¿puedes creerlo? Sí, lo sé. Mamá era una idiota con tu mami - toco la punta de su nariz, acariciándola - Las dos teníamos muchos desacuerdos. Peleábamos por motivos estúpidos, era una estúpida con tu mami y ella sólo quería darme amor - Destiny mueve sus pequeñas manos, como si estuviera reprendiéndome por eso. Sonrío a través de las lágrimas acumuladas en mis ojos - Sí, soy una estúpida.

Stupid WifeWhere stories live. Discover now