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NARRADOR-
El timbre sonó, exactamente a las doce de la noche de ese sábado. Fingió una sonrisa amable y coqueta, antes de acercarse a la puerta para recibir a su invitado de esa noche. Al abrir la puerta, entendió perfectamente las palabras que lizzie, uso para describirlo esa tarde.
Él era un niño bueno.
—Soy skye, un gusto.—Se presento en un tono natural, dejándolo entrar a su casa. Sabía que esa noche iba a ser ligeramente distinta a las demás.
—Finn, finn shelby.—La miro con cientos de dudas antes de quitarse su boina blinder por respeto.—Pero supongo que eso ya lo sabes, no es así?
—¿Quieres beber algo?—Propuso ignorando lo último dicho por el joven. Porque eso le dio un mal sabor de boca, sonó extraño.. Casi como en reclamo.
No obtuvo respuesta.
Sirvió dos vasos de whisky, aunque ella había estado bebiendo desde la mañana.
Y él se lo agradeció mentalmente, en verdad necesitaba beber algo.
—Entonces.. Por dónde quieres comenzar? Puedes decirme.—Se sentó a horcajadas sobre él. Y una sonrisa adorno su rostro al ver que el contrarió no sabía donde poner sus manos.
—Yo..
Sonaba tan inseguro de todo lo que estaba sucediendo y eso la preocupo.
—Finn, espera un momento.—Se bajo de sus piernas sentándose junto a él, en el sofá.—¿Quieres hacer esto? No voy a follar contigo sino quieres hacerlo.. Y tampoco deberías sentirte obligado de follar con alguien.
—Tengo que hacerlo, skye.
Ella negó.—No hay nada más horrible que sentirte obligado a tener relaciones con alguien que no quieres o no querer solo por el hecho de no sentirte listo.
—Estoy listo.—Sentenció.
—No, no lo estas.
—Skye, quieres seguir con tu trabajo así terminamos de una vez por toda y puedo volver a casa.—Pidió.
—No voy a follar contigo, finn.
El contrario suspiro al escucharla.— Para algo te pague, podemos hacerlo? No hagas las cosas más difíciles.
—No, a mi no me pago nadie.— Se levanto de su asiento.— Y aunque me hubieras pagado, si yo digo que no, es no y te vas.
—Dijiste que ibas a hacerlo.
—Si, porque pensaba que estabas de acuerdo con todo esto..
—Lo estoy.
—Por supuesto que no, lo haces por lo que dicen los demás.— Se volvió a sentar a su lado, teniendo una mejor visión del rostro de finn.
Era muy atractivo.
—No puedo volver y decirles que no lo hice, skye. No lo entiendes, tengo que hacerlo.
—Quedate y diles que lo hiciste.. Yo puedo decirle lo mismo a lizzie, ¿Bien? Porque no voy a obligarte a nada, yo no soy de esas.—Ella lo miraba con tanta comprensión.
—Ellos lo van a saber.
—¿Finn, estas seguro de esto?—Le consulto apoyando su mano en la mejilla del contrario, dejando suaves caricias.
—Si, skye. —Le sonrió ligeramente viendo como ella lo miraba.— Te lo prometo.
Por primera vez, él tomo la iniciativa y la beso. Fue un beso suave a comparación de los besos que recibía habitualmente la joven.
