AMADERADO 𔘓 Markhyuck

9. cruel et sans pitié

El sol estaba asomándose por las copas de los árboles, iluminando el bosque fundido en oscuridad, dándole vida a lo que se creyó que estaba muerto, cuando Huang Renjun entró con muchísimo cuidado a la habitación del alfa líder.

Paso a paso, intentando hacer el menor ruido posible, rezando para que la madre luna hiciera de las suyas y no le permitiera ser descubierto. Había escuchado que el alfa salió del peligro y necesitaba descansar, por lo que era muy probable que estuviese así durante unos días, hasta que volviese a ser el chico admirable de la manada. Observó el cuerpo tumbado sobre la cama de madera y sostuvo con más fuerza la prenda en sus manos.

─¿En serio estás haciendo eso?

Renjun se giró rápidamente a verlo, y aunque no logró asustarlo como pensó que haría, sí tuvo la oportunidad de ver su rostro sorprendido por unos pocos segundos. Luego volvió a la seriedad de siempre.

─Si mis cálculos no me fallan, entrará en celo dentro de dos días. Necesito respuestas.

Donghyuck se cruzó de brazos.

─¿Una bufanda con tu olor cambiará algo? Más bien, parece algún truco de brujería barata que probablemente no funcione ─ni siquiera sabía bien cómo es el mundo de los lobos, pero sí estaba bastante seguro de que aquello parecía una completa exageración.

Y si había algo en lo que ambos coincidían, es en que su humor es bastante variado y muy difícil de comprender. Renjun puede ser sarcástico, cruel, irónico y hasta dulce si se lo propone, sin embargo, los cambios de humor son drásticos y se enfada con normalidad, puede engañar a las personas, pero no tan bien. La paciencia no es parte de su organismo y tampoco está seguro de que lo sea en algún momento.

De ninguno de los dos.

─No tengo otra maldita opción, hay lobos muriendo allá afuera por culpa de un integrante de esta manada, un traidor.

─¿Y qué harás luego, Renjun? ─preguntó con burla─. ¿Te vas a preñar y tendrán muchos cachorros, serán una linda familia y vivirán felices por siempre?

─Maldita sea, estás arruinando mi plan.

─No sabía que tu plan era ponerle las piernas en los hombros al alfa de la manada.

Renjun suspiró frustrado y se acercó al vampiro con pasos apresurados, procurando no hacer mucho ruido para no despertar al alfa en la cama o a las omegas que pronto se iban a levantar para ver a sus pacientes. Sacó su daga de anda a saber dónde y la clavó en el cuello de Donghyuck sin mucho cuidado, ésta no atravesaba su piel, pero necesitaba un pequeño empujoncito para hacerlo.

─Wow, que miedo ─el vampiro rió por lo bajo, tomando la muñeca del omega con fuerza. Sabía que le estaba doliendo, pero era tan duro que ni siquiera se permitió mostrar alguna señal de ello.

─No te metas en mis asuntos, Donghyuck. No eres ningún consejero.

─Y tú no te creas tan valioso, Renjun ─susurró muy cerca de su rostro, apretando la muñeca como si fuese a quebrarla─. Solo eres mi bolsa de sangre, no pienses que no puedo matarte y deshacerme de ti. Si sigues vivo es únicamente porque así quiero que sea.

Renjun se alejó con un brusco movimiento y tocó el lugar dañado superficialmente. Es probable que sane en un par de horas, sin embargo, no se encuentra en la situación adecuada para estar herido y débil. Había un asesino entre ambas manadas, un vampiro hambriento y gran parte del territorio sigue siendo desconocido. No es su hogar, no son sus reglas, ni tampoco sus enemigos. Renjun se encuentra en desventaja y solo un pequeño error podría condenarlo.

Analizó el rostro serio del vampiro, desde sus cejas levemente fruncidas, hasta sus atuendos que siempre eran elegantes y para nada ostentosos.

─¿Qué se supone que haces aquí?