Se mía

El primer encuentro

Viernes por la noche, recién terminaba sus ensayos pues la compañía de baile a la que pertenecía estrenaría su nueva obra en el teatro de la cuidad; hundida en sus pensamientos se colocaba sus audífonos y encendía el reproductor para olvidarse de todo a su alrededor emprendiendo así el camino a casa en donde esperaría a que su pareja volviese de aquel viaje por trabajo en el que habían estado separados por más de cuatro meses. Le extrañaba que no esperaba el momento de tenerlo en sus brazos.

Al paso de dos horas que era lo que tardaba diariamente en llegar a casa, entrando a su departamento y saludando como cada día a su cachorro, obsequio de su amado, para luego de dar de comer al mismo encaminarse al cuarto de baño para abrir la llave de la tina para que esta comenzará a llenarse mientras esta se comenzaba a desvestir mirándose al espejo sonriendo pues solo bastaban unas horas para que si chico volviera; el agua rebasaba la mitad de la tina y cerrando la llave vertió en esta unas gotas de shampoo con olor a lavanda para relajarse una vez que entro a esta para luego de un tiempo en donde cerraba sus ojos y dejaba que su cuerpo se relajase sintió había pasado el tiempo necesario y que su amado llegaría pronto por lo que comenzó a tallar su cuerpo así como su cabello para salir luego de la tina enredando una toalla en su cuerpo y así dirigirse a la habitación y comenzar a buscar entre sus prendas algo lindo para vestir pues quería verse lo mas presentable para su gran amor.

Optando por un hermoso vestido rojo que se apegaba a su figura y unos tacones negros pensó seria el modo perfecto para dar la bienvenida a su compañero junto al juego de lencería de encaje color negro que llevaba debajo. Termino de maquillarse y sin mas dejando su cabellera suelta espero paciente al amor de su vida, el cual cuarenta minutos después hizo aparición tras abrir la puerta de su departamento. Marianne como siempre que regresaba de un viaje largo le recibió con una enorme sonrisa y un dulce beso en sus labios a los que el mayor correspondió para luego sonreír a la misma para comenzar a musitar:

_Tan hermosa como siempre amor._

Ella sin poder evitarle mordió su labio inferior asintiendo a las palabras de su amado para responder con dulce voz:

_Bueno tengo mas de cuatro meses esperando tu regresas, debería estar hermosa para ti gordo_

El chico aun con su mirada fija en la menor dio un suspiro para tomarle de las manos y son mas exclamar:

_Gorda...tengo algo que decirte y creo que es mejor hablarlo en este momento_

Al escucharle y por la manera en que este le miraba supo que algo no estaba bien, algo en su interior le decía que ese "tengo algo que decirte" no pintaba pero nada bien por los que solo se limitó a asentir y enconarse había la sala para una vez que ambos estuviesen sentados el chico comenzó una historia en donde había conocido a una chica en su viaje de la cual se sentía atraído y con la que antes de regresar de había besado deseando que pesara algo mas, pero explicando que no sucedió nada fuera de ese beso pues tenía pareja y en cierto punto le respetaba.

La chica al escuchar aquello desviaba su mirada había algún punto ciego de la habitación intentando de analistas las cosas sin poder lograrlo comenzando así a derramar lagrimas cuestionando al contrario su actuar.

_Le quieres?_

Cuestiono mirando a los ojos del contrario a lo que sin mas este asintió.

_ Le quiero, pero no se si sea amor, aún así no paso nada. Quiero que te quede claro cariño. Jamás te faltaría de esa manera_

"Jamás te faltaría de esa manera" repetía en su cabeza una y otra vez mas no daba crédito a lo que estaba pasando pues su romántica velada se estaba convirtiendo en su noche de terror al escucharle por lo que optó por limpiar sus lagrimas y ya de pie se dirigió hacia su habitación sacando de debajo de la cama una maleta comenzando a empacar sus pertenencias pues le dolía, verle ahí le dolía y mas quedándose en aquel departamento en el que tantas cosas habían pasado y ahora se volvían recuerdos.

Escuchando las disculpas de aquel que horas atrás era su gran amor el cual le pedía que se quedase solo se limitó a susurrar una vez que estuvo lista su maleta.

_Prometiste nunca romper mi corazón y sin embargo le has roto en mil pedazos_

Al terminar de decir aquellas palabras de dispuso a dirigirse a la salida para encaminarse a algún lugar, aun sin saber a donde con exactitud tan solo quería no verle.

Dos meses habían pasado desde aquella despedida, luego de salir de aquel departamentos ese día, busco la ayuda de uno de sus mejores amigos con el cual vivía desde entonces y con el que salía cada fin de semana intentando levantarle el animo.

Su rutina era sin mas monotona; de los ensayos al departamento y del departamento a los ensayos mas al llegar sábado por la noche disponiéndose a salir con su amigo como de costumbre, decidieron visitar un club nocturno que recién inauguraban por lo que al llegar al lugar fueron directo a la barra a pedir algo de beber. Estando en aquel lugar y sin prestar atención a los presentes solo se limitó a tomar su trago hasta que entre la pista sus ojos se encontraron con un hombre que llamó por demás su atención.

Alto, delgado , cabello negro, cuerpo bien trabajado pues debajo de su camisa gris obscuro se podían notar los bien trabajados pectorales de aquel extraño que por alguna extraña razón no podía dejar de mirar; este al percatarse de la mirada de la chica sonrío a esta seguir bailando con su acompañante para luego de las horas salió con la misma del lugar y sin mas Marianne despidiéndose de su amigo que estaba mas que entretenido con alguna que otra chica que recién conquistaba le indicó que regresaría a casa y se dispuso a salir de aquel lugar para una vez afuera se dispuso a tomar un taxy para una vez que esta le dio la dirección de destino partir rumbo a este; una vez en aquel departamento de dispuso a desvestirse quedando solo en ropa interior y de esta manera entrar a la cama sin poder olvidar a aquél caballero....