-El solo me dijo que alguna tarde podíamos hablar mejor sobre lo ocurrido-mentí.

-Es mentira, dime la verdad-

-Esa es la verdad, créeme-

El gruño y le dio otro sorbo a su whisky.

-Mañana tengo cita con el medico-comente tratando de salir de la situación incomoda.

-Kenny te llevara-

-¿Hay otra opción?-

-No lo creo-

Otro silencio incomodo se hizo presente. Solo se escuchaba el ruido de los autos que conducían al lado de nosotros.

Creo que era un buen momento para hablar sobre volver al trabajo, era lo que quería hacer.

-Quiero volver a trabajar- largue

-No lo harás-

-Eso es injusto-

-La vida es injusta, cielo- comento el sarcásticamente.

-¿Y que pasa si necesito ir de compras?-

-Te daré dinero-

-No, yo no puedo quedarme simplemente encerrada sin hacer nada - dije enojada, al ver que no respondía dije - entonces, quiero volver a mi apartamento-

-Eso es imposible-

-Steven Seymour quiero volver a tener mi vida- dije lentamente para que las palabras pudieran llegar a su mente.

-¿Una vida donde tu novio abusa de ti?-

-No, mierda, solo quiero volver a mi apartamento, quiero trabajar y una vez que consiga el dinero largarme a Texas con mi madre-

-¿Dejar tu sueño por miedo?- me cuestiono el.

-Bien, no me iré, veo que no estas dispuesto a dejarme hacer ninguna de las dos cosas. Pero, ¿Quién eres tu para mandarme? No eres mi novio, no eres nada, solo una persona que me ayudo para que finja ser su novia sin explicarme nada-

El suspiro y dejo la copa sobre la misma mesa donde estaba el Whisky.

-Si vuelves al trabajo, ¿no me atormentaras mas?-

-Ten por seguro que no-

-Bien, ahora eres mi nueva secretaria.-

-Quiero mi trabajo antiguo-

-Imposible, nena-

-¿Y que pasa con tu secretaria?-

-Una mas no hará mal, de todos modos, si es necesario despedirla lo haré-

-No lo harás-

-¿Quién eres tu para mandarme? No eres mi novia, no eres nada, solo una persona que ayude para que finja ser mi novia sin explicarle nada- uso mis mismas palabras en mi contra.

Estaba muy enfurecida y tenia ganas de golpearle en su perfecto rostro, a veces, puede ser muy molesto.

El auto se estaciono y mire a Steven, buscando algo para negarme a ser su secretaria. Si quería trabajar era para no pensar en el ni en Camerón. Antes de que pudiera abrir la boca, el abrió la puerta y salió de la limusina. Me quite mis tacones, para poder caminar mas rápido, y salí por detrás de el. Cuando entre a la casa el ya estaba subiendo las escaleras.

-¡Hey!- grite.

El me ignoro y continuo subiendo. Lo seguí y trate de quedar a su lado.

-¡Seymour!-

De nuevo ignorándome, tome una gran bocanada de aire y comencé a subir de a dos escalones hasta que lo alcance. Subí un escalón mas para quedar cara a cara con el.

-No seré tu secretaria, seré la secretaria de Antony-

El rió y negó con su cabeza.

-Lo tomas o lo dejas-

-Lo dejo, me niego a ser tu secretaria, quiero mi antiguo trabajo-

-Antony ya consiguió a alguien más-

-Eso no es cierto-

-Lo es, ahora descansa que mañana nos levantaremos muy temprano, espero que sepas preparar un buen café- guiñándome un ojo comenzó a subir dejándome llena de ira. Solté un pequeño grito de frustración y pude oír una risa estúpida de parte de Steven lo cual hizo que tuviera ganas de matarlo aun más.

Camine rápidamente a mi habitación y me saque el vestido, lo tire a un costado y me metí en el baño. Me quite el maquillaje con un algodón y solté mi cabello, lave mi cara y cepille mis dientes.

Mi vida era un completo desastre, mi mente estaba dividida en cuatro partes, una pensando en quien seria Jennifer y que quiso decir Erika, otra parte pensaba en todo lo que me dijo Bruce y dudaba si ir a ver a Cameron o no hacerlo, otra pensaba en que no quería ser la maldita secretaria de Steven y por ultimo no podía sacar de mi mente ni de mi cuerpo la sensación de los labios de Steven sobre los míos...

Más que mi jefeTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon