Una Nueva Técnica (GiyuxTanjiro).

Capítulo Único.

Era un caluroso día y como era habitual Tanjiro junto a Zenitsu e Inosuke se encontraban entrenando en el patio, mientras que Kanao y Aoi ayudaban a Sumi, Kiyo y Naho con los quehaceres del lugar.

—Estoy agotado— dijo Zenitsu sentándose en el suelo.

—¡Eres un flojo! ¡Levántate!— le gritó Inosuke yendo donde el rubio, tropezó con una piedra y cayó sobre él.

—¡Pero qué estás haciendo!— le gritó Zenitsu—. ¡Estás todo sudado!. ¡¿Cómo no tienes calor con esta cosa?!— le sacó la máscara de jabalí.

—¡No me la saques!— Inosuke inútilmente trataba de recuperar la cabeza.

—Tuviera un rostro lindo como el tuyo no lo tendría oculto— le dijo Zenitsu con rostro serio—. Y uno que no tiene mucha gracia y mira al mundo a los ojos.

Inosuke se incorporó y miró al rubio, Tanjiro se sentó al lado de ellos y dio un largo suspiro.

—¿Qué ocurre contigo?— le preguntó Zenitsu tratando de no mirar los ojos del pelinegro.

—Siento que algo me falta, es como si no tuviera todas las posturas de la Respiración de Agua. Quisiera poder entrenar con alguien que me enseñe técnicas que pueda combinar con la danza del fuego— le dijo Kamado.

—¿Sigues con eso?, ¿no qué era peligroso-— preguntó el rubio.

Tanjiro se quedó callado pensando en alguna respuesta, de pronto escucharon las voces de Sumi, Kiyo y Naho que daban la bienvenida a alguien. El pelirrojo levantó la vista viendo a Tomioka entrar, el Pilar del Agua llegaba de una misión no muy lejos junto con Sanemi, el chico corrió hacia el pelinegro sin medir nada. Iba con el rostro feliz de verlo ya que sentía que podía entrenar con él.

—¡Tomioka-san!— gritó Tanjiro corriendo con el torso desnudo y la piel mojada por el sudor.

Giyu se giró viendo al pelirrojo correr hacia él, su inocente rostro contrastaba con ese firme y marcado cuerpo que tenía. Algunas marcas de ejercicios, otras de batallas.

—Tomioka-san, ¿te quedarás?— le preguntó Kamado.

El pelinegro seguía algo perdido mirando al menor.

—Vaya, ni siquiera me ve, sólo tiene ojos para ti— le dijo Sanemi.

—Oh, lo lamento— dijo Tanjiro mirando al albino.

Shinazugawa se dio media vuelta y se dirigió a la casona junto a las trillizas.

—¿Tomioka-san?— volvió a preguntar Kamado.

—Sí, yo me quedaré por un tiempo, ¿por qué lo preguntas-— dijo Giyu.

—Bueno, es que quería saber si me podías ayudar a entrenar— le dijo Tanjiro—. Quiero saber más de las posturas de la Respiración del Agua.

—Puedo enseñarte lo que sé— le dijo Tomioka mirándolo de arriba para abajo—. Tengo posturas que tal vez te sirvan en tus entrenamientos.

—¡Gracias!— le dijo Tanjiro con una enorme sonrisa—. Regresaré a entrenar.

El pelirrojo se dio media vuelta y regresó con sus amigos, mientras el Pilar iba a la casa principal para darse un baño y comer algo. Kamado y los otros dos continuaron un rato más con los entrenamientos, pronto sería la hora del almuerzo.

—¿Era Tomioka-san?— le preguntó Zenitsu al pelirrojo.

—Sí y dijo que me ayudará a entrenar— sonrió Tanjiro.

Durante ese día se mantuvieron con su habitual rutina, luego almorzaron y continuaron con los entrenamientos de la tarde. Caía la noche y los chicos decidieron dar por finalizado el día. Se dieron un baño y luego cenaron con el resto de los Pilares y las chicas mariposas.