— ¡ Sa-sacalo me duele ! — sollozó mientras intentaba zafarse de las cadenas

— Ah ~ estás tan apretado — gruño

— ¡ Ah ! ¡ Para Hajime ! — suplico cuando sintio las pequeñas embestidas

— Es mejor que te acostumbres — lo tomo con fuerza del rostro — No llores, esto es tu culpa por ser así  — dio un corto beso y se separó de el

Hajime tomo las caderas del rubio y comenzó a embestirlo con fuerza mientras aumentaba la velocidad de las embestidas, inupi gritaba del dolor que sentía, como si lo desgarraran por dentro, su piel lechosa ahora estaba marcada por múltiples chupetones y mordidas que dejaba KoKo.

— ¡ Ah ! ~ — aún que gritara y llorara koko no paraba y solo aumentaba su ritmo

— Recuerda bien que eres mío, me perteneces solo a mi ~ — dijo con voz ronca — Eres mi puta favorita — lo beso con desesperación ya que el menor se negaba a besarlo

Los gritos del lloriqueo de inupi se mezclaron con el sonido de sus pieles chocando, algunos gemidos, gruñidos o palabras de Hajime, las cadenas sonaban levemente como si fueran una bolsita de monedas.

— ¡ Duele para ! — grito llorando el azabache — ¡ Por favor KoKo ! —

— ¿ Que pasó con el inupi rudo y de expresión de odio ? — detuvo las embestidas y sin salir del menor lo observó

— Por favor detente — bajo el rostro mientras lloraba con fuerza

— Oh ... Amor  — lo miro fingiendo compasión — Esto no ubiera pasado si no ubieras intentado escapar — volvió a tomarlo del rostro pero inupi desvió la mirada — Esto es solo un castigo leve, la próxima podría ser peor — se acerco a el y depósito un beso en sus labios

— No lo volveré a hacer pero déjame, me lastimas — sono su nariz

— Lo siento, pero aquí el que manda soy yo — lamió su ojo donde se encontraba su cicatriz y sonrió

— ¡ ah ! — grito de dolor cuando comenzaron las dolorosas embestidas nuevamente

Hajime la pasaba como nunca, la locura y la exitacion se le subieron a la cabeza que pronto comenzó a embestir con desesperación al rubio provocando fuertes gritos adoloridos,  volvió a besar su cuello y con un de sus manos comenzó a masturbar al menor que no tardó mucho en correrse, volteo al menor rápido y sin importar que su cara se hunda en las  almohadas dándole poco aire comenzó a embestirlo, sus manos volvían a masturbarlo o bien solo lo nalgeaba  cómo si se tratase de un caballo, sus caderas hacían un va y viene sacando y metiendo su miembro hasta tocar aquel punto, en el momento inupi sufría demaciado que ignoraba por completo que su cuerpo exigía más por embestir en esa zona.

— Oh mierda ~ — gruño — aún cuando ya llevo rato sigues siendo apretado ~ — tomo de la cintura al inupi y por fin se corrio dentro de el

La entrada de inupi se llenaba en gran cantidad que sentía que explotaría por dentro, aquel líquido espeso y blanco salió como chorro de agua cuando Hajime salió de el provocando una sonrisa orgullosa en su rostro.

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   © B O T E N. 

En la madruga aproximadamente a las 2:00 el peli-blanco salía de la habitación con un traje verde y bien perfumado, salía como si nada ubiera pasado en su habitación.

— Cuiden que no salga de la habitación — ordenó Hajime a unos guardaespaldas que de inmediato fueron a pararse frente a la puerta a cuidar

Hajime se dirigió a su oficina donde los haitani estaban hablando y checando las nuevas rutas y posibles lugares para poder esconder la mercancía antes de que la lleven a la mansión.

— ¿Donde estabas ? — interrogó el Haitani menor

— Eso no es de tu incumbencia, ¿donde está sanzu ? Se supone que debió avisarme cuando estuviera en el edificio — dijo en un tono molesto

— Sanzu nos marco, dijo que tú no respondiste sus llamadas — respondió Ran

— ¿ Qué les dijo aparte de eso ? — lo miro de reojo

— Qué el lugar es seguro, ya hablo en el lugar y nos dejarán meter ahí la mercancía, las armas se fueron al bar nocturno es más seguro ahí — alejo su vista del computador

— ¿ Y tu ? ¿ Te desahogaste matando al rubio ? — sonrió Rindou — Mínimo lo ubieras cogido antes de matarlo, se notaba que era virgen y yo quería estrenar su culo — rio levemente

— Tks — chasqueo la lengua — No digas estupideces el sigue vivo y si te le acercas me encargaré de que Sanzu te torture hasta morir — amenazó

— Uy ~ — miro a Ran con una sonrisa recta

— Pónganse a trabajar ya, tengo otros asuntos que resolver yo —  bufo

Mientras que por otra parte inupi quien ya había sido liberado de las cadenas se hacía bolita en la cama mientras limpiaba sus lágrimas, su entrada le dolía y ardia por las embestidas rudas del mayor, las sábanas tenían un mancha de sangre que solo significaba una cosa y esa era que había perdido su virginidad, y de la peor manera, entre sus muslos un color morado y rojo se comenzaba a notar por el rose de pieles.

Se sentía vulnerable, sucio, miserable se sentía como lo peor, no supo ni cuántas veces KoKo lo tomo a la fuerza pero de su interior aún salían pequeños rastros de semen.
Por otro lado en sus pensamientos había un un tanto peculiar.

" Akane ... Que bueno que moriste y no pasaste por este sufrimiento alado de koko, que bueno que KoKo no te tiene más a su lado, como quiera yo soy un asco, soy alguien reemplazable "

𝐌𝐞 𝐩𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐞𝐜𝐞𝐬    • ᴋᴏᴋᴏɴᴜɪ •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora