TEORÍA INCORRECTA

Parte 1

Minchan se acerca a Hoyoung para revisar la última toma de Yongseung montando una bicicleta en un pequeño campo de tenis en la azotea del edificio.

– Me gusta, es natural – Hoyoung saca el rollo de la cámara y miran a los más jóvenes corriendo de un lado a otro.

Gyehyeon deja de correr y mira por unos segundos los otros edificios, para después acercarse a los mayores.

– ¿Deberíamos regresar a casa?

– Pensé que querías jugar aquí –  Hoyoung inclina la cabeza a un lado.

– Lo hacía, pero no todos se están divirtiendo – Gyehyeon echa un vistazo a los lados – Dongheon no está aquí, bajó hace varios minutos y aún no regresa.

Finalmente se dan cuenta que el mayor de todos no está en su campo de visión y Hoyoung camina hacia las gradas, bajando hasta una pequeña intervención y ve a Dongheon sentado en las siguientes gradas, apoyando la cabeza sobre una mano mientras su codo descansa en su rodilla.

Hoyoung no se acerca, ni le habla, regresando en sus pasos hacia el resto del grupo que no hace mucho se unieron para cumplir el sueño de ser artistas.

– Suficiente por hoy, niños. Hora de regresar a casa.

Yongseung deja de seguir a Yeonho, quien conducía la bicicleta y Kangmin hace un puchero después de seguirlo, esperando su turno para montar la bicicleta.

– Aún no he jugado con la bicicleta.

– Lo harás otro día, el líder está cansado.

Escuchar que Hoyoung llama de esa forma a Dongheon, saben que no pueden oponerse más y obedecen, bajando en fila hasta encontrarse con Dongheon en un gran y blanco salón vacío, observando todo a su alrededor.

– Debe pensar que es modelo – Yeonho susurra con una sonrisa y Yongseung asiente.

– Se quitó la campera.

Dongheon da media vuelta, percatándose de la presencia de sus menores.

– ¿Qué hacen aquí? ¿Ya nos vamos? ¿Se cansaron de jugar?

– Hoyoung nos obligó a bajar, porque dijo que usted estaba cansado – reclama Kangmin.

El segundo mayor toma la campera de Dongheon desde el piso y se acerca de forma tranquila.

– Siempre estaremos juntos en cualquier momento. Aunque no quieras hablar sobre tus preocupaciones, recuerda que siempre estaremos a tu lado – le entrega la campera con una sonrisa.

Minchan también echa un vistazo al salón y mira sorprendido a Dongheon.

– Qué buen espacio. Podríamos tomarlo alguna vez y abrir nuestro estudio.

– Lo estaba pensando, pero la ventana es demasiado grande. No tendrá buen aspecto, si lo cubrimos con muebles.

– Creo que sería ideal para un estudio de baile, modelaje o instrumentos – dice Yongseung – aunque me gusta el ingreso de la luz, nosotros necesitaremos un poco de oscuridad y privacidad.

– A mí me gustaría bailar una vez – comenta Kangmin recorriendo el salón.

– Claro que lo haremos – Hoyoung dice – pero escuchaste a nuestro entrenador, debemos mejorar nuestra relación y capacidad vocal.