El amor no solo es pasajero

El dulce aroma de la lluvia mojando el suelo es uno de mis olores favoritos, mirar por la ventana como las gotas golpean los cristales, eso me recuerda a lo maravilloso que es el universo por hacer que eso sea posible.

Cuando te enamoras esperas sentir todo aquello que en las películas románticas pasan, ver a una persona, enamorarse y vivir felicites para siempre, pero eso no pasa en la vida real.

Cuando realmente te enamoras, lo haces pensando en muchas cosas ¿si solo es algo pasajero? ¿si no somos compatibles en nada? ¿si solo está jugando conmigo?, eso es una inseguridad más que nada.

La mañana que nos conocimos no fue algo inesperado, siento que fue algo planeado por el destino que nos unió como unos desconocidos en esa cafetería.

Nuestras miradas se cruzaron, nuestras manos se tocaron el alma se nos salió del cuerpo para abrazar al otro.

Ese día, yo no quería estar en ese lugar, pero mi rutina se basaba en hacerlo, tal vez nos habíamos visto por casualidad, pero nunca nos habíamos tomado el tiempo de detenernos a mirarnos.

—Hola. —tu voz fue música para mis oídos, esa voz ronca e incomparable es uno de los sonidos más perfecto como una melodía.

El amor que nos dimos esas tardes fue el mejor tiempo que pudimos compartir, esos días fueron especiales, hablábamos sin parar para conocernos cada vez más.

Celebrábamos cada 23 de cada mes, por los 9 meses siguientes nunca lo olvidamos.

Tus manos recorrieron mi cuerpo, tus labios apresaron los míos, el calor de nuestro ser se hacía dueño de nuestros sentimientos.

Fuiste aquello que no se olvida, fuiste a quien le di más de lo que hubiera hecho, y lo hice porque sé que el amor no solo es pasajero.