Herederos

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El día que se alivió su hermana Elizabeth, Lila y Azul estaban ansiosas. Si Elizabeth tenia un niño, Lila quedaría descartada como heredera, pero su padre estimaba más a Elizabeth que a Azul, así que también ella quedaría descartada. La habitación estaba en silencio. Ambas hermanas estaban en el cuarto de huéspedes en la hacienda de sus padres, dueños de Herraduras y Monturas Sagarminaga. Los hijos de ambas mujeres jugaban a unos metros de ellas. La ansiedad las consumía, cuando una criada abrió las puertas

― La señora Elizabeth ya dió a luz

― ¿QUÉ FUÉ? ― gritaron ambas mujeres, asustando a Zayra y Tom

― Fue una linda niña ― respondió alegre la criada sin sospechar las intensiones de las hijas de su patrón. Ambas hermanas soltaron un chillido de alegría.

― ¿Tengo otra prima? ― preguntó en susurro Zayra

― Sí, hija ― respondió resplandeciente Lila

― Yo quería un niño para jugar ― refunfuñó Tom.

Herraduras y Monturas Sagarminaga empezó unos año antes de que la bruja Chantal arruinara la vida de toda la familia de brujos. Sin embargo, cuando Elizabeth, la segunda hija, empezó a enfermar, Lila, la hija menor, se fue de su casa porque estaba embarazada. Una niña cuidando a otra.

Lila era la consentida de su padre, Julian, así que él estaba enfurecido. Unos meses después, Azul, la tercera hija, hizo lo mismo, se embarazó y huyó.

Ambos padres estaban devastados ¿eran malos padres? Y poco a poco agravaba Elizabeth, era tan lento que nadie lo notaba, así que cuando se percataron, su hija estaba al borde la muerte.

Por suerte, ella se salvó, y al poco tiempo, su hermano mayor, Nicolás, se casó con una mujer que pertenecía a la familia de unas hadas, al poco tiempo, nació su primera hija.

Elizabeth era la  única que seguía soltera, pero no porque nadie pidiera su mano, al  contrario, era muy pedida, sin embargo, ella no quería dejar a sus padres, pero, se casó con un policía, un movimiento inteligente por parte de la bruja. 

Cuando dió la noticia que estaba embarazada, sus dos hermanas menores sintieron miedo. Lila tuvo una niña, pero era la primera nieta, Azul había tenido un niño, no había sido el primer nieto, pero el primer varón sí. Así que ambas discutían sobre quien de los dos primogénitos era el que heredaría todo, si Zayra o Tom. Lo único que tenían seguro era que su padre era un señor con mentalidad de la época, así que Azul ganaría gracias a su hijo.

Azul no se embarazó de nuevo, pero Lila se volvió a embarazar, en su mente, se formó la idea de que si tenía muchos hijos, sus padres le darían prioridad, pero tuvo otra niña (Valeria). Hasta su tercer embarazo, tuvo un varon (Alexix), pero su cuarto embarazo fue una niña de nuevo (Sakura), esperaba un quinto pero tuvo un aborto y tuvieron que quitarle la matriz. Estaba devastada.

Por otro lado, Nicolás tuvo dos hijas (Alexxandra y Hatice), pero después de unos años se divorció y se volvió a casar, esta vez tuvo dos niños (Alejandro y Luis), pero cómo eran de los más pequeños, era imposible que le dieran algo, aparte, un tiempo después murió, exactamente cuando su hijo menor cumplió los 6 años.

Elizabeth solo tuvo dos hijas: Becca y Anette. Sólo había cuatro varones.

En el momento en que sus padres hicieron su testamentos, Zayra tenia 24 años. Ninguno de los hijos Sagarminaga sabía que sus padres estaban haciendo su testamento a espaldas de los cuatro hijos.

Se enteraron de que Elizabeth quedaría con los bienes cuando una de sus hijas se casó.

— ¡Eso es injusto! — chilló Lila

— ¿Por qué? — preguntó su padre

— Elizabeth es hija del jefe de policías, está en lo más cercano de ser una de las familias acaudaladas. Sus hijas están en buenas posiciones dentro de la sociedad del Inframundo ¿para qué quiere más privilegios?

— ¡Lila! — regañó su hermana Elizabeth

— ¿Qué? Tu no tuviste niños, sólo dos niñas

— ¡Yo tuve el primer niño de la familia! — rezongó Azul

— ¡Zayra fue la primera nieta!

— No tomamos en cuenta eso —declaró su padre — Elizabeth ha sido la que más nos ha cuidado, además que fue la última en casarse.

— Pero ha sido la que más han favorecido — habló Zayra por primera vez en esas discusión

— ¿De qué hablas? —interrogó Violet

— No crean que no sé que le regalaron un caballo a Becca por el simple hecho de nacer

— Si de injusticias habalmos, a Tomy le toca herencia, cuando ni nieto es —reclamó Becca

— ¡Ey, soy bisnieto! 

— ¡Por eso mismo! — respondieron todos

— ¡Ya hemos dicho! 

Cuando Violet y Julian murieron, Elizabeth dividió el 20% de su herencia entre sus hermanos. La culpa no la dejarían dormir si no lo hacía.

Ah, y Julian decidió no heredarle nada a Tomy, así que, le poco una casi minúscula porción.

Pero la residencia de los dueños de Herraduras y Monturas Sagarminaga se volvió un punto de reunión familiar, pero si quieren saber que pasó, deberán esperar y seguir la pista.

Memorias OlvidadasWhere stories live. Discover now