Seven years of hate. (ROMANOGERS)

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La cama suave y mullida, era todo lo que Natasha Romanoff se permitía sentir en ese momento, concentrándose en la sensación de calidez y comodidad, un refugio ante el incierto año que estaba por comenzar, su mente estaba inquieta, con los pensamientos deslizándose en su mente si control.

"rompecorazones"

Recordo de repente el terminó por el que solían nombrarla, mismo que pareció volver a su mente después de todo un verano de olvido y relativa paz, de repente, como si la madurez la hubiese alcanzado le molestó aquel término, sabiendo porque la llamaban asi. La atención de las personas se enfocaba en ella con naturalidad, no solo por su cabellera rojiza, o sus envidiables ojos verde bosque, ni siquiera por su delicada e intimidante belleza. Toda la atención tenía una razón de ser, una persona, en realidad con, con una particular personalidad que los llevaba a chocar constantemente.

Steve Rogers.

Su compañero de toda la vida, gracias a la maravillosa amistad de años de sus respectivas madres, y quienes también habían encontrado la manera de vivir juntas. Además de esa idea, en la que sus madres habían creado una especie de familia unida por la lealtad y amistad que ambas encontraban en la otra. Sarah Rogers, mama de Steve, era la directora de WV High, única escuela privada en la ciudad.

Simplemente genial, suspiro con amargura, por el inminente hecho de que su vida estaba enredada a la Steve con una gran cantidad de lazos irrompibles. No esperaba que nadie la entendiera, amaba a su tía Sarah con todo su corazón, y la única figura paterna decente que había conocido era su tío Joshep. Además de ellos, Christopher Rogers, el hijo mayor de la familia era uno de sus mejores amigos, y lo quería como a un hermano.

Pero simplemente no podía soportar al insolente de Steve Rogers, incluso con su innegable encanto, su apariencia imponente y su sonrisa burlona. No existía una forma en la que ellos dos pudiesen llevarse bien, sus actitudes los llevaban a chocar. Además del pasado oscuro y doloroso que compartían. Junto a los secretos que escondían, demasiados como para que ambos se sintiesen cómodos con la presencia del otro.

Podía recordar el momento exacto en que todo se había jodido, pero sus problemas empezaron de tiempo atrás, cuando su amistad se rompio. Al los siete cuando Steve desarrolló un enamoramiento hacia ella todo comenzó a tambalear. Lograron ignorar ese hecho hasta los trece, cuando llegaron a la secundaria, es decir, la época de la pubertad, aquella dura época que toda persona debe enfrentar, el espacio en la vida de todo ser humano donde aprendes a ser fuerte y la realidad parece alcanzarte. Steve Rogers vivió una de las épocas mas oscuras de su corta vida, y lastimosamente uno de sus mayores victimarios era ella misma.

Su odio comenzó con la llegada de la popularidad de Natasha, quien empezó a lastimarlo y humillarlo, con toda la crueldad propia de la edad. Cada vez sus caminos se separaban con más fuerza, unidos solo por situaciones que no habían decidido, pero que los ataban. Las peleas y humillaciones mutuas se fueron haciendo constantes, la necesidad de lastimarse se hizo una constante en sus mentes. Todo era un gran complemento de eventos que facilitaba su enemistad, eran los mejores estudiantes, con calificaciones envidiables, lo que empezó una tóxica competencia que seguía existiendo aun en esta época.

Natasha no podía desconocer que se había convertido en una completa pesadilla para él, y que eso hizo que la vida de Rogers fuera un infierno, al menos durante sus primeros años de pubertad y adolescencia. Aun así, él se había mantenido callado frente a las actitudes de Natasha, haciendo ver que no le afectaba; incluso si la situación logro desatar en el ansiedad social, por la que todavía asistía a terapia. Natasha todavía no podía entender porque Steve nunca le conto a su madre o a su tía Sarah, sobre lo que ocurría. En la Actualidad, no podían convivir por mucho tiempo, aunque constantemente debían hacerlo. Estaban en el año final del instituto.