A Sunoo le gustan los
duraznos y a Niki le
gusta Sunoo.
✦ Soft, cliché, intento
de comedia y cosas
bonitas. ✶
⠂ Extención : en emisión. ˒ ‹𝟹 ꜝꜝ
⠂ Shipps : Sunki / NikSun.
⠂ Capítulos cortos.
⠂ Portada y...
Los dos enamorados llevaban al japonés prácticamente arrastrado hacía el auto del mayor de todo el grupo. Hoy era la Feria de año nuevo, y Jake no iba a permitir que su amigo se quedara solo en casa mientras los demás se la pasaban bien.
Entre queja y queja, llegaron a su destino.
Luces y personas por todos lados, el ruido de los juegos inundaba sus oídos, veía a niños correr y a parejas adultas caminar tomadas de la mano. Una pequeña sonrisa se formó en el rostro del japonés, que desapareció al escuchar: "Jungwon trajo a un amigo".
Sunghoon y Jake estaban en su mundo, aún no habían empezado su relación, pero, era evidente para todo el mundo que se gustaban mutuamente. HeeSeung estaba compitiendo en los juegos con Jay, y el estaba al lado del puesto de algodones de azúcar, comiendo uno en forma de gatito. Ya cuando estaba por irse a caminar por ahí, Jungwon llamó su atención para saludar, a lo que el dijo correspondió, pero cuando vio a un chico de tes pálida, de cabello negro, con ojos felinos y una sonrisa tímida, todo lo demás quedo en segundo plano, solo podía ver con maravilla como el chico le sonreía, y cuando sus ojos conectaron por primera vez, lo que él japonés pensó que eran náuseas se hicieron presentes.
El se acercó al chico, nervioso - algo que no solía pasarle - y con mucha curiosidad por sabersu nombre, inevitablemente lo examinó mucho mejor.
Tenía un color carmín en sus mejillas, y una sonrisa que le pareció tan hermosa al japonés, tenía una nariz delgada y su cabello negro, un poco desordenado, tenía un lindo gorrito que hacía juego con el suéter de color rojo que tenía puesto.
Luego de escuchar el nombre de aquel chico, fueron alejándose del grupo poco a poco. La timidez del chico, del cual ahora tenía conocimiento de su nombre, Sunoo, un nombre sumamete tierno para alguien sumamente tierno.
Comenzaron a caminar y el japonés se sorprendió al ver cómo Sunoo sacaba una cámara y comenzó a tomarle fotos a los puestos y al carrusel.
Son para mi álbum.
Sunoo tenía un álbum en donde tenía los eventos a los que una vez fue y realmente disfrutó, y esa noche, se sentía realmente especial.
Jugaron un rato, y Ni-Ki ganó en el juego de los aros, un peluche. Como el ganador, el debía elegirlo, pero, quería dárselo a Sunoo.
¿Cual quieres?
Los ojitos de Sunoo recorrieron con mucho cuidado cada uno de los peluches, y de la misma forma, el japonés observaba el perfil del pálido, en sus labios tenía un pequeño puchero y sus ojos entrecerrados brillaban con ilusión y felicidad, hasta que este sonrió y por fin eligió el que quería.
Quiero ese
Señaló un bonito peluche de un durazno que se encontraba debajo de todos, en una esquina. Tenía una sonrisa y un lindo rubor debajo de sus ojos cerrados. El hombre lo vio sorprendido, todos elegían a un osito panda o un gatito. Ni-Ki lo miró también algo sorprendido, pero no le dio importancia al ver cómo este tomó el peluche y le sonrió.
Gracias.
Ese gracias salió como un lindo canto. Ambos tenían las mejillas algo coloradas, y el japonés podía jurar que se sentía enfermo.
¿Puedo tomarte una foto?
Ni-Ki asintió algo tímido, nervioso, sus manos picaban, pero le resto importancia cuando el pálido le sonrió una vez más y levantó su cámara. Luego de un clic, y una sonrisa por parte de ambos, decidieron ir corriendo al Ferris Wheel. Y el japonés escucho por primera vez la risa del mayor, pero más bajo de ambos. Como podría describir lo que esa risa causó en el, las mariposas aumentaron y el sólo podía seguir al mayor, riendo de igual forma.
Cuando llegaron a la atracción, tuvieron que esperar un una fila, realmente corta, mientras seguían haciendo bromas.
Es como si se conocieran desde siempre.
Un ambiente cómodo los rodeaba, las sonrisas no desaparecían de sus rostros, el brillo en sus ojos decían todo lo que pasaba en sus corazones.
¿Apresurado?
Pará el destino no, sus sentimientos crecerían poco a poco.
Sus sonrisas provocarían las contrarias.
Sus risas hablandarian el corazón del otro.
Sus miradas brillarian cada vez más.
Sus latidos serían uno.
Talvez sólo sea un amor adolescente.
Talvez sólo sería algo pasajero.
Pero esta tonta y un tanto curiosa historia de amor, sin duda, sería la más especial.
La noche los cubría, y ya estando en la sima de la atracción, sólo pudieron observar con maravilla la feria, las personas diminutas caminando por ahí, las luces y risas. Miraron al frente y vieron a lo lejos la ciudad. Sunoo sacó otras fotos y guardo su cámara con cuidado en ese pequeño estuche que tenía su nombre grabado.
Desde la perspectiva correcta, todo es hermoso.
Voltearon al mismo tiempo, y sus miradas chocaron. Una sonrisa y un pequeño sonrojo se instaló en cada uno. Sunoo cerró sus ojos al sentir como bajan, y su sonrisa aumentó, al igual que los latidos del japonés.
Ya terminando la feria, debían tomar un globo de los deseos cada uno, para así dar inicio a este nuevo año.
La luz era tenue, las estrellas brillaban como nunca, la brisa ligera acariciaba su rostro y cada uno tomó uno.
Tomaron un lápiz y escribieron su deseo junto con sus amigos.
Felicidad pura.
Que Jake se me declare.
Que SungHoon se me declare.
Que este año sea inolvidable y especial para todos.
Poder conseguir una beca.
Que el destino juegue a mi favor.
Poder saber que es el amor real.
La luna y las estrellas dieron su mejor brillo. Los chicos se tomaron de las manos luego de soltar cada uno de sus deseos. Soltando en un suspiro sus mejores deseos para cada uno a su rededor, soñando con que el destino y la luna escucharan sus pedidos.
Y sin saberlo, el destino escucho cada uno de sus deseos.
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Ya estamos cerca del final ayuda 💔
De verdad espero que la hayan disfrutado.
Peaches es especial para mi, y espero que haya sido una buena lectura para ustedes.
Se que no es nada del otro mundo, pero de verdad espero que les haya hecho sonreír solo un poco, y pasar un buen rato con esta pequeña y cliché historia.
Muchos besos, y gracias por llegar hasta aquí, de verdad lo aprecio.
