Capítulo 30 - Una oportunidad.

ابدأ من البداية
                                    

Amelia lanza su cabeza hacia atrás y ríe con más fuerza ahora. Mi mandíbula cae, él ya sabía, entonces... ¿Todo esto fue sólo para avergonzarme?

- ¿Ya sabías?

- Tal vez - Amelia se encoge de hombros y me guiña un ojo.

Pongo los ojos y me levanto de la mesa, voy a tomar mi desayuno antes de que pierda la cabeza y Amelia engulla aquel cereal con todo y plato.

//

Las horas pasaron volando, justo después del almuerzo, Amelia recibió una llamada de Ian. Mi cuñado llamo a mi esposa y Louis para ir a jugar voleibol, ella fácilmente acepto, porque según ella tenía ganas de jugar. No reclame, a pesar de que quería pasar el día acostada con ella viendo alguna película estúpida y recibiendo sus caricias, al final, ella tiene que divertirse.

Amelia incluso me pidió que fuera, pero le di la excusa de que iría a resolver algunas cosas con Marina. No era una total mentira ya que realmente voy a pasar el día con mi mejor amiga, pero no puedo decirle a Amelia lo que pretendo hacer.

Tengo miedo de estarme precipitando, sí. Pero siento que puedo conseguirlo, dije que haría cualquier cosa por tener un hijo de ella. Y lo haré, comenzando a partir de ahora, espero convencerla para intentarlo una vez más. Y también, espero que no se enoje conmigo.

Sólo quiero realizar su sueño.

Estoy en el closet preparando mi ropa, voy a llamar a Marina y pedirle que venga a casa. Sé que ella no está con Ian y los demás jugando voleibol, probablemente debe estar dormida. Y con toda seguridad va a querer matarme.

Tomo una de las blusas del Atleti de Amelia, me coloco un pantalón de chándal y dejo mi cabello suelto para terminarlo de secar. Cuando recojo la toalla para llevarla al baño, algo en el estante superior de mi parte del closet llama mi atención.

¿Cómo nunca vi eso allí?

Estaba segura que ya sabía todo lo que estaba en el closet, pero veo que no. Pongo la toalla en mi hombro y me paro en las puntas de mis pies. ¡Wow! Es pesada. Es una caja de tamaño medio, parece una caja de zapatos pero más delgada. No hay nada escrito en ella, sólo un pequeño dibujo de una máscara.

¿Es una fantasía o algo así?

- Vamos a ver - abro la caja y retiro el papel de seda negro que estaba por encima - ¡La madre que me pario!

Parecía una caja de zapatos, pero nada allí dentro tenía que ver con zapatos. Estoy segura de que mis mejillas están rojas, no sólo por la sorpresa, sino también por la timidez de saber que tal vez Amelia podría haber usado aquellas cosas conmigo o viceversa. Quiero decir, obviamente lo hemos usado.

Con la mano temblando un poco, tomo la manija roja de un látigo. Lo retiro de dentro, boquiabierta analizo el objeto.

- Somos dos malditas pervertidas.

Abro mi mano izquierda y golpeo la punta del látigo en la palma de mi mano. No duele. Arriesgo golpear un poco más fuerte.

- Mierda, ¿Quién uso esto? Madre mía, nadie puede soportar ese tipo de dolor y encontrarlo excitante - mi mano latía por el latigazo. Dejo el látigo a un lado y tomo un conjunto de bolas de silicona, parece una cuerda o algo así - ¿Es una especia de nuevo látigo?

Coloco las bolas de vuelta en el mismo lugar, veo algunos pequeños frascos de aceite. Debe ser para masajes, o no sé. Hay un par de esposas, algo que se ve como un hongo y no me cuestiono para que sirva. Y por último, y no menos impactante: Un consolador doble, esto lo conozco, ya lo había visto una vez en una fiesta de pijamas a la que fui.

Stupid Wifeحيث تعيش القصص. اكتشف الآن